José Mujica respondió indirectamente a Pedro Bordaberry y el resto de la oposición por sus críticas sobre las trabas de Brasil. "La actitud de la politiquería que ve todo por encima de los intereses del país es que si hay algo que se traba está mal, y si se destraba también está mal", dijo, criticando la "irresponsabilidad rayana en el delirio".
En su audición radial de hoy, un enojado José Mujica fustigó a la oposición por haber aprovechado el problema de las trabas comerciales con Brasil, tras las medidas proteccionistas en el rubro automotor, para llevar agua a su molino.
La oposición criticó fuertemente la relación del Uruguay con el Mercosur, luego de que quedaran patentes las asimetrías del bloque. El colorado Pedro Bordaberry, en particular, felicitó en primera instancia al gobierno por haber logrado destrabar las medidas brasileñas pero poco después cambió de parecer al conocer los detalles del acuerdo.
Para el senador "había tremendo cangrejo abajo de la piedra de la buena noticia de la reapertura del mercado automotriz en Brasil", explicando que "Uruguay levantó las restricciones de Brasil a la importación de autos, pero no está claro qué cedimos"
"¿Aumentar el Arancel Externo Común? Si es así, nos volvieron a embocar y es peor la enmienda que el soneto; tendremos que comprar productos brasileños más caros" escribió a través de Twitter.
Mujica respondió indirectamente las acusaciones de la oposición en su audición de hoy.
"La actitud siempre es encontrar el pelo en el huevo, poner palos en la rueda. La actitud elemental politiquera es ver la realidad con intereses, por encima de la conveniencia del país. La actitud de si hay algo que se traba está mal, y si se destraba también está mal", dijo el presidente.
Mujica aprovechó también para dar detalles del crecimiento del salario real en los primeros 17 meses de los últimos gobiernos democráticos, a través de una gráfica que revela que el crecimiento fue mucho mayor en los gobiernos de Vázquez y Mujica que en los de Sanguinetti, Batlle y Lacalle.
Luego, volviendo al tema de su alocución, Mujica dijo que ni bien surgió una diferencia en el seno del Mercosur se criticó al gobierno por las medidas brasileñas.
"Criticamos abiertamente al Mercosur, que tienen muchos defectos. Pero el hecho real es que en apenas seis días hemos tenido una mesa de negociación para revertir esta situación. Comparemos con la situación de las empresas madereras de Tacuarembó y Rivera, que fabrican paneles y que ocupan mucha gente. En el 2008 vendían su trabajo a Estados Unidos, y cuando surgió la crisis tuvieron que buscar laburo en Europa, lo que ahora se les cayó. Por entonces, ¿dónde conseguimos una mesa de negociación para defender a los trabajadores? En ningún lado, no hay otro camino que el seguro de paro para aliviar la situación de la gente", dijo.
La otra campaña
"Esto no significa que el Mercosur sea una panacea", continuó Mujica, "pero no se puede decir que hay que tirarlo a la basura e irse, como si variar una economía fuera una bicoca".
"No se puede salir como un cañonazo a decir que esto no sirve más, sin plantear dónde se refugia Uruguay. ¿Podemos abdicar a la corriente turística que depende de los vecinos y aporta más divisas que la carne? ¿Podemos acaso podemos dar vuelta la espalda así como así, como se afirma con irresponsabilidad rayana en el delirio en el país? Que tenga dificultades, claro que sí: sus laudos y organismos no funcionan y no hay más camino que hablar y negociar, pero tenemos ese camino, que mal que nos pese nos ha dado respuestas", prosiguió.
Mujica también habló sobre las críticas a la solución de las patentes. "No es posible que por intereses mezquinos, cuando logramos desenterrar la impagable cuenta de energía que tenían muchas intendencias y solucionamos el problema de las patentes, se pongan gritos en el cielo como que se pierde la virginidad y la autonomía departamental, sin tener en cuenta que esta es la mejor manera de descentralizar y crear riqueza en el país, ayudando a una mayor distribución", contó.
"Por favor, qué mezquindad más pequeña. No se pueden hacer campañas electorales y decir que para invertir en el Uruguay hay que esperar a ver quién gana", agregó, en alusión a palabras de Luis Alberto Lacalle en las elecciones del 2009.
"No se puede tener tamaña mezquindad. Primero que el partido está la gente, por encima de los colores. Está la suerte y el devenir por encima de todo. Parece que esto nada importa. Lo único que importa es el situacionismo mediático siempre negativo y enchastrador para tratar de no colaborar con nada. Que no se pueda concretar nada, poner palos en la rueda para que lo que se podía resolver en un mes o dos demore años. Este es el problema más serio del Uruguay. Tiene todas las condiciones, pero la mayor dificultad la tiene adentro de sí mismo", concluyó.
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