Peñarol afronta su quinta serie de cuartos de final de Copa Libertadores después de 1987, buscando por primera vez desde entonces superarla. En tres de los cuatro antecedentes el carbonero ganó el partido de ida, y en dos de ellos cayó por penales.
El cruce ante Universidad Católica es el quinto que disputa Peñarol por cuartos de final de Copa Libertadores desde la última vez que salió campeón, allá por 1987 con gol agónico de Diego Aguirre ante el América de Cali.
Al año siguiente de aquella consagración en territorio chileno, los carboneros ingresaron directamente en cuartos de final y no les fue bien. Tras perder 1-0 de visitantes con San Lorenzo, empataron 0-0 en el Centenario y se fueron de la Copa que luego ganó Nacional sin marcar un solo gol.
Después hubo que esperar hasta 1997 para ver nuevamente a Peñarol entre los ocho mejores de América. Tras eliminar en octavos a Millonarios de Bogotá en definición con tiros penales, cayó por la misma vía con Racing. En la ida fue 1-0 en Montevideo con gol de Robert Lima bajo una cortina de agua, y en Avellaneda Ruben Capria marcó el único tanto albiceleste.
Al año siguiente el carbonero también desde los 11 metros eliminó en octavos a Alianza Lima de Perú, y se topó en cuartos con Cerro Porteño de Paraguay. En Montevideo, ganó el equipo que dirigía Gregorio Pérez 2-0 con goles de José María Franco y Pablo Bengoechea, pero cayó 3-0 en Asunción.
La última vez de los mirasoles entre los ocho mejores del continente, también con Gregorio Pérez, fue en 2002. Otra vez Robert Lima se vistió de goleador y marcó el único tanto en el juego de ida en el Centenario, pero en la revancha lo dio vuelta Sao Caetano (2-1) tras arrancar en ventaja el aurinegro con gol de Daniel "Miliki" Jiménez al minuto de empezar el partido.
Al no existir el criterio de desempate del gol de visitante, definieron con tiros desde el punto del penal y allí los norteños fueron más certeros, metiendo tres. Por Peñarol sólo Bengoechea le embocó al arco, ya que desviaron sus remates Lima, Carlos Bueno y Nicolás Rotundo.
En definitiva los antecedentes cercanos no son buenos, aunque no es más que un juego estadístico y poco tiene que ver con el plantel actual, del que Antonio Pacheco es el único sobreviviente. Salvo en la edición de 1988, cuando el carbonero definió de local, en el resto de los cruces se impuso en el Centenario (como en este caso) y perdió en la revancha.
De romper esa racha negativa, será la primera vez desde 1970 que Peñarol juegue una semifinal con el actual sistema de disputa de eliminación directa, y no de grupos como se hizo en 1966 y 1967, y luego desde 1971 hasta 1987.
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