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martes, 28 de diciembre de 2010
abarrotado
Tres Cruces prepara su infraestructura, aún dañada, para atender la fuerte demanda de pasajes para este fin de año, donde se espera un movimiento de 130 mil personas. Los responsables del complejo prevén una operativa con "normalidad".
El plan de contingencia aplicado en la terminal Tres Cruces a causa del incendio del sábado 25, se mantendrá sin cambios más allá de la fuerte demanda de boletos y servicios de ómnibus con vistas a fin de año, fechas de alto movimiento de pasajeros. Para el jueves y viernes de este semana, se proyecta un movimiento de 130 mil personas, lo que reiteraría la tendencia registrada el año pasado.
Los responsables de Tres Cruces afirman que bajo este escenario, la idea es manejarse "como hasta ahora", es decir con las salidas de los ómnibus desde la terminal y con los arribos en la parada improvisada frente a la Tribuna América del Estadio Centenario.
Marcelo Lombardi, gerente general de Tres Cruces, dijo que para esos días, las empresas de transporte ya estarán funcionando con "normalidad". Desde ayer, las compañías de transporte cuentan con los servicios de energía eléctrica y de transmisión de datos, lo que les permite ir retomando la operativa de venta y reserva de pasajes a niveles similares a los de su capacidad habitual.
Además, se prevé que para entonces estará habilitado el sector internacional (tanto los andenes como el área de atención al público) y quizá "alguna otra parte de la terminal".
"Con las partidas y estas habilitaciones ya hechas vamos a estar en condiciones de absorber el aumento" de demanda, típico de cada fin de año, dijo Lombardi.
Consultado sobre la posibilidad de que la terminal del Estadio pueda utilizarse como punto de salida de los ómnibus, el gerente de Tres Cruces respondió que esa alternativa "está fuera de discusión".
La terminal ubicada en las inmediaciones del Centenario tiene disponibles 23 andenes, dos menos de los que están habilitados actualmente en Tres Cruces, que totaliza 41.
Lombardi comentó que entre ayer y el domingo, la parada del Estadio recibió entre 600 y 650 arribos de ómnibus. Entre jueves y viernes de Navidad, se habían registrado 3.300 servicios (partidas y llegadas), informó Osvaldo Torres, jefe de la torre de control de Tres Cruces.
Por su parte, el presidente del directorio de Tres Cruces, Carlos Lecueder, estimó que en un plazo de 10 días la terminal podría recibir nuevamente la llegada de los ómnibus.
"Yo entiendo que de aquí al 3 o 4 de enero vamos a poder tener todos los servicios juntos en Tres Cruces, arribos incluidos", adelantó Lecueder.
La reactivación de la terminal sería en una capacidad similar a la que tenía Tres Cruces antes de la inauguración de ocho andenes, realizada hace pocos días. Hasta ese momento, la terminal contaba con 33 puestos de estacionamiento.
En el cronograma de reapertura de la terminal, la prioridad la tiene el sector internacional, luego se apuntaría a la "prestación conjunta de todos los servicios en Tres Cruces para el 3 o 4 de enero". La habilitación total del complejo dependerá del tiempo que insuman los trabajos de refacción, para los que ya se proyecta un plazo superior a los 30 días, dijo Lecueder.
Refacción. En los hechos, los trabajos ya comenzaron con el apuntalamiento de una de las vigas del techo, este fin de semana. Las tareas se cumplen a pesar del inicio de la licencia en la industria de la construcción.
"Nosotros estamos en el período de licencia anual de la construcción. Nuestros trabajadores desde el 23 de noche están todos con licencia", comentó Marcos Taranto, gerente general de la constructora Stiler, encargada de las tareas.
"Enterados del siniestro en la madrugada del 24, el propio 25 de diciembre, dispusimos un equipo de emergencia para darle apoyo operativo al cliente Tres Cruces. Y estamos en forma incondicional desde el mismo 25, con equipos de emergencias, grúas, ingenieros y equipos, increíblemente comprometidos", destacó Taranto.
Tanto el gerente de Stiler como Lecueder, coincidieron en que seguramente este trabajo especial implicará el pago de una "partida extraordinaria".
"Para nosotros lo importante en este momento es la celeridad con la que podamos volver a prestar los servicios en forma correcta. No estamos ahorrando", remarcó Lecueder. El empresario afirmó que ya se han contactado con empresas que les aseguran que se va a producir (vigas, por ejemplo) y trabajar, pese a la licencia.
Inicialmente, unos 40 trabajadores de la firma asistieron en el apuntalamiento del techo, en la zona dañada por el fuego.
Según Lecueder hay 27 trabajadores en estos momentos encargados de esta etapa, en la que se busca "ganar seguridad". Luego, comenzarán las inspecciones para evaluar el grado de daño de las estructuras, y en función de eso se "armará un plan de trabajo".
En cualquier caso, estimó que habilitar la parte más dañada del complejo "va a llevar seguramente más de un mes".
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