problemas heredados

El primer año de gestión de cualquier gobierno es de alta conflictividad como consecuencia de la discusión del Presupuesto quinquenal. Sin embargo, en los primeros diez meses de José Mujica los conflictos ya superaron la totalidad de los ocurridos en 2005, año de asunción de Tabaré Vázquez.En los años de cambio de gobierno generalmente se registra una alta conflictividad, dado que los gremios se movilizan en reclamo de sus demandas, en particular los de los trabajadores públicos cuando se define el Presupuesto quinquenal". La afirmación surge del libro "Relaciones Laborales y Modelo de Desarrollo" (de los autores Juan Manuel Rodríguez, Beatriz Cozzano y Graciela Mazzuchi) que analiza el período comprendido entre 2005 y los primeros meses de 2010.

El trabajo precisa que en 1995, primer año del segundo mandato de Julio María Sanguinetti, hubo 176 conflictos, mientras que en 2000, con Jorge Batlle en el poder, la cifra cayó a 107. En el primer año de gobierno de Vázquez hubo 114 conflictos que involucraron a 381.900 trabajadores y la pérdida de 392.914 jornadas laborales. También se produjeron 3 paros generales.

Datos del observatorio de Conflictividad Laboral de la Universidad Católica revelan que en los primeros diez meses de gobierno de José Mujica se registraron 139 conflictos, que involucraron a 1.023.506 trabajadores y generaron 937.097 jornadas laborales perdidas. En este período hubo 19 ocupaciones de lugares de trabajo y cuatro paros generales. Actualmente, el gobierno de Mujica atraviesa uno de los momentos de mayor conflictividad, aún superior a la del mes de octubre, cuando a nivel global creció un 50% y se duplicó en lo sectorial con respecto a setiembre. El gobierno tiene frentes abiertos con funcionarios de la Administración Pública, del Poder Judicial, empleados de la banca oficial, gremios médicos, controladores aéreos, aduaneros, trabajadores de la carne y, en lo departamental, existe un duro conflicto entre la Intendencia y Adeom.

LUNA DE MIEL

En los primeros diez meses del primer año de mandato de Tabaré Vázquez la conflictividad en el sector público descendió y en los meses de noviembre y diciembre de ese mismo año aumentó en forma importante, lo que se "arrastró" en 2006.

Esa suerte de luna de miel entre el gobierno de Vázquez y los sindicatos es explicada por los autores del libro. "El hecho de que la conflictividad (en 2005) no se viera reflejada en el número de conflictos significa que los mismos fueron muy cortos e involucraron a menos trabajadores que otros años, pero fueron muchos. La hipótesis que podría establecerse es que a partir de la asunción del nuevo gobierno comenzó una consolidación sindical. Es decir, surgieron nuevos sindicatos, hubo mayor cantidad de afiliados y luego de muchos años sin negociación colectiva hubo varias demandas salariales que se vieron expresadas en ese número relativamente alto de conflictos pero con pocas jornadas perdidas", sostienen.

En 2006 la conflictividad aumentó un 85% con respecto a 2005, año en que había caído un 30% en relación a 2004. "Esta característica, de muy baja conflictividad (en 2005), asociada al apoyo de la mayoría de los sindicalistas al nuevo gobierno con el cual compartían las bases programáticas y del cual aprobaron varias de las medidas adoptadas, destacando en aquel año la vuelta a los Consejos de Salarios, cambió radicalmente a partir de 2006. En ese año la misma se duplicó y continuó aumentando hasta 2008. En 2009 volvió a observarse una importante reducción, hecho que también ocurrió en 1999 y 2004, todos últimos años de gobierno. En 1999 el número de jornadas perdidas fue menos de la mitad de 1995 y en 2004 la tercera parte de 2000. Esta relación (último año de gobierno sobre el primero), no mostró los mismos resultados durante este período pero básicamente porque, como se mencionó, 2005 fue atípicamente bajo. Si bien en 2009 se redujo, quedó en un nivel más alto que el del inicio de este período de gobierno", explica el texto.

El trabajo agrega que en 2006 la conflictividad aumentó de manera muy importante en el sector privado. "Se mantuvo alto en 2007 y 2008, aunque con oscilaciones, y cayó recién en 2009. Durante todo el período de gobierno se mantuvo por encima del sector público", señala. Agrega que el cambio responde a dos motivos: la negociación salarial y los paros en reclamos de mayores medidas de seguridad. El sector construcción representó en 2006 más de la mitad de la conflictividad en el sector privado. También en ese año y en 2007 creció la conflictividad en la industria manufacturera, el transporte creció hasta 2008 y en la salud privada el aumento fue constante.

OCUPACIONES: 70% RESUELTAS
A FAVOR DE LOS TRABAJADORES

El libro "Relaciones Laborales y Modelo de Desarrollo" recuerda que en mayo de 2005 el gobierno derogó el decreto que facultaba al Ministerio del Interior, a solicitud de la empresa, a desalojar locales ocupados con el uso de la fuerza pública y afirma que en los meses inmediatos se observó un aumento de los conflictos que derivaron en la ocupación de los lugares de trabajo.

"Mientras en los diez años previos a 2005 hubo un promedio de 18 ocupaciones por año, en ese año hubo 29 y en 2006 crecieron llegando a 36. A partir de 2007 comenzaron a bajar con la salvedad que un par de conflictos por negociación salarial implicaron la ocupación de varias empresas simultáneamente: en 2008 durante un conflicto en la rama metalmecánica se ocuparon 150 empresas de la rama y en 2009, en una de las ramas del plástico se ocuparon 7 plantas", sostiene.

Acota que en relación al fin de los conflictos con ocupaciones se observó que en el 70% de los casos se resolvió de forma favorable a los trabajadores y que casi el 80% de los conflictos duró menos de 10 días. Sostiene además que cuando se analizan las jornadas perdidas por este tipo de conflictos o su incidencia en el índice de conflictividad se observa que las mismas fueron muy poco significativas por el bajo número de trabajadores involucrados ya que la mayoría se registraron en empresas de menos de 100 trabajadores.