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sábado, 16 de octubre de 2010
fruto de la tierra
La papa ocupa el primer lugar dentro de los productos frutihortícolas consumidos en Uruguay; representa aproximadamente en volumen el 30% de la canasta y se utiliza como uno de los principales insumos a la hora de elaborar alimentos.
Un informe de la Dirección General de la Granja señala que en la última década se ha observado un proceso de disminución de la superficie sembrada de papa y un marcado descenso en el número de productores vinculados al cultivo. Por otra parte, se sostiene que los rendimientos por hectárea crecieron en un 37% en los últimos 10 años, asociados entre otras cosas a la utilización de nuevas tecnologías de producción, como es el caso del riego, variedades, mejora en la calidad fisiológica de la semilla, etc. Sin embargo, la producción total ha mostrado una marcada tendencia descendente.
Según datos del monitoreo de papa que realiza Estadísticas Agropecuarias y la Dirección General de la Granja, a julio habían 3.831 toneladas de papa cosechada destinada a semilla, 4.749 toneladas de papa almacenada para consumo y 30.000 toneladas de papa quedaban aún sin cosechar.
Los requerimientos de semilla total (nacional e importada) para los próximos cultivos de primavera y otoño, planteando un escenario de superficie promedio similar a las siembras de años anteriores, se situarían en el entorno de las 13.000 toneladas.
El promedio de importación de papa semilla en los últimos 8 años se sitúa en el entorno a 3.500 toneladas. De la cosecha de otoño se habrían separado 3.831 toneladas con destino a semilla, por lo que restarían 5.670 toneladas de papa semilla, que seguramente se obtendrían de la producción, para completar las 13.000 .
La oferta hacia agosto era de 30.000 toneladas (no habrían sido cosechadas), más 4.750 toneladas almacenadas, a lo que se deberían restar 5.670 toneladas ( para semilla), obteniendo así alrededor de 29.080 toneladas de papa disponibles para el consumo en fresco. Si bien la oferta de papa se situaría en el entorno de 29.000 toneladas, se prevé que la misma registrará una merma de entre el 5 y el 10%, dado que está en la etapa final de conservación, por lo que se llega a una cifra de alrededor de 27.000 toneladas de papa de otoño disponible para el consumo en fresco.
El consumo aparente mensual promedio de papa en fresca en nuestro país se sitúa en las 9.500 toneladas. Aunque en los últimos años hay un proceso de sustitución por papas preparadas (pure y prefritas), que podrían llegar a explicar entre el 20 y el 30% del consumo estimado. Se han importado, desde comienzos de setiembre, 394 toneladas, provenientes de Argentina. En consecuencia, las existencias del producto implican que faltará alrededor de un mes de consumo aparente de papa.
Debemos considerar puntualmente que este año las siembras de primavera, como
consecuencia de los excesos de agua en el suelo, se retrasaron por varias semanas.
Este retraso de las siembras seguramente tendrá repercusión en la fecha de las cosechas, retrasando las mismas hasta comienzos del mes de diciembre, cuando la plaza se encuentre normalmente abastecida con papa proveniente de la zafra de primavera (papa nueva).
SE DISPARÓ LA DEMANDA DE PREFRITAS Y PURÉ
Se estima que las partidas importadas de papas procesadas en diferentes formas, como es el caso de prefritas y puré, equivalen a 40.000 toneladas de papa fresca. Los ingresos de las mismas para que sean comparables con las partidas de producto fresco se deben corregir de acuerdo al rendimiento industrial del procesado.
Según valores reportados, se requieren 2 kg. de papa fresca para realizar 1 kg. de papa prefrita (según Iica), mientras que para realizar 1 kg. de puré deshidratado se necesitan 5,6 kg. de papa (según Knorr). Luego de la crisis del 2003, las importaciones de estos productos se han incrementado en forma exponencial, como muestra la siguiente gráfica.
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