+1

viernes, 9 de julio de 2010

los cambios jamas faltaran


En la capital departamental más distante de Montevideo y ante más de mil personas, tomó posesión del cargo la primera intendenta mujer y frenteamplista de la historia de Artigas, Patricia Ayala (Movimiento de Participación Popular, MPP), con expresiones similares a las usadas por el presidente y vicepresidente durante la campaña y por los principales mandatarios al asumir.

“Me voy con el orgullo del deber cumplido. La intendencia que estamos entregando hoy está correcta. Ya le dije a Patricia que se va a sentar en ese sillón tranquila a gobernar, sin la espada de Damocles arriba: los empleados están en regla, no hay ningún proveedor para reclamar nada, los convenios están correctamente atendidos y hasta dejamos platita en la caja”.

Así defendía Delmar Paiva la gestión blanca, en sus últimos minutos como intendente interino, cargo al que había llegado en reemplazo del herrerista Julio Silveira, que intentó sin éxito la reelección, a pesar de haber sido el candidato más votado. Los logros exhibidos por la administración saliente fueron aplaudidos por algunos de los presentes, que habían llegado hasta la sede comunal para ser testigos del traspaso; pero la mayoría esperaba impacientemente por la palabra de Ayala, prevista para las 12.00. Y el turno le llegó finalmente.

En tono bajo comenzó su intervención dirigiéndose a Paiva con la mirada y la palabra: “Tengo enfrente, allá en la pared, una foto de alguien. ¿Conocés quién es?”. Él le dijo que no. “Es mi abuelo Pocholo [primer candidato a la intendencia por el Frente Amplio, FA, en Artigas tras la dictadura], y allá atrás veo a alguien que me recuerda a mi abuelo materno, Modesto. Cada uno, desde su lugar en la vida, me enseñó muchas cosas; uno me dio la base de sustentación para tener la solidez suficiente en esta vida y el otro [Pocholo] es el símbolo de la perseverancia y de que las cosas se van construyendo”. Luego desconcentró su atención y habló para todos: “Por primera vez ya no somos intendentes del FA sino de todos los artiguenses”. Entre los que escuchaban estaban el presidente del FA, Jorge Brovetto; el secretario general del Partido Socialista, Eduardo Fernández; el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Pablo Genta, y la ex edila colorada por Montevideo Glenda Rondán. También viajaron hasta Artigas la senadora Lucía Topolansky y sus colegas Jorge Saravia y Ernesto Agazzi (los tres del Espacio 609), así como el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, y el subsecretario del Industria, Energía y Minería, Edgardo Ortuño.

Topolansky eligió visitar Artigas porque, según dijo, “se trata de una intendencia nueva, con una intendenta mujer”. “Tengo la expectativa de que el departamento sienta que con su llegada va a haber un antes y un después”, expresó. Brovetto argumentó que “es muy importante el apoyo a una nueva intendencia del FA y más cuando es ejercida por una mujer joven, inteligente y con una propuesta muy clara”, mientras que Genta apeló a lo “histórico” que significa que “la izquierda gane por primera vez en este departamento”.

A vos, pueblo
Tras firmar el acta de asunción, Ayala salió del edificio y se dirigió a la avenida Carlos Lecueder, donde la esperaban un estrado y un millar de personas. El ambiente no fue similar al de un típico acto frenteamplista montevideano: menos banderas partidarias y más tranquilidad. Dos coros precedieron su primer discurso a la ciudadanía. Mientras, por la puerta trasera del escenario se retiraba Paiva, emocionado y en silencio, en una escena con ribetes cinematográficos, marcada por un medido festejo de la izquierda.

Ayala empezó a hablar cuando dejó de sonar el último acorde del Himno y los aplausos le indicaron la entrada. De arranque presentó su gabinete y a su equipo de asesores, a los que hizo subir al estrado, al igual que a los dos diputados departamentales, Hugo Dávila (FA) y Rodolfo Caram (Partido Nacional, PN). Su discurso tuvo pasajes y enfoques similares al que pronunció el presidente José Mujica el 1º de marzo, a la vez que manejó ideas similares a las del ex líder del MPP: pensar Artigas de aquí a 2030 y hacer un gobierno sensible, solidario y comprometido con su gente, para así “lograr una sociedad bien construida y con oportunidades para todos”.

“No nos dejen solos, depende de ustedes que hagamos un buen gobierno” fue una de sus frases finales, también análogas a las pronunciadas por el vicepresidente Danilo Astori en la noche del balotaje, en noviembre de 2009. Luego de despedirse y de bajar del estrado, Ayala saludó a todos los que se le acercaban. Así estuvo alrededor de una hora. Para entonces, a una cuadra, en la Junta Departamental, los nuevos ediles eran investidos. La bancada de gobierno tendrá 16 votos, la del PN 12 y la del Partido Colorado tres.

Vigilantes del pasado
A pesar de la buena relación que mostraron la administración entrante y la saliente, Ayala había manifestado a la diaria que realizará una auditoría. Si bien para la flamante jerarca “la intendencia se recibe en mucho mejores condiciones de lo que la recibió el intendente anterior”, también indicó que “realmente vamos a conocer las condiciones cuando entremos”. “Queremos saber dónde estamos parados en el tema de gestión y el funcionariado para tratar de reorganizarnos”, explicó. Anunció que “en ese proceso va a ser inevitable que algunos números estén sobre la mesa”.

Con respecto a este punto, Paiva volvió sobre sus palabras y aseguró que “no existe ningún problema en que la auditoría se haga porque no hay nada para esconder”, mientras que el ex intendente Silveira opinó que le parece “excelente” la idea y destacó que durante su gestión, en conjunto con el Banco Interamericano para el Desarrollo, desarrolló un proceso de mejora de gestión que permitió hacer más eficientes los procedimientos administrativos y contables. Y comentó que cuando ingresó en 2005 había un déficit de 500 millones de pesos y salarios sin pagar, y que logró saldar 100 millones del déficit corriente y 100 millones de intereses de deuda, por lo que sostuvo que la suya no fue “una gestión deficitaria”.

Quien fuera uno de los candidatos colorados en mayo, Rodolfo Riani -afín al ex intendente Carlos Signorelli (2000-2005)-, manifestó que las declaraciones contra la última gestión colorada son parte de “una bandera política que se levantó en aquel momento”, y afirmó que Signorelli fue el intendente que más obras hizo, aunque “lamentablemente” tuvo mala suerte: “Tuvo que enfrentarse a la crisis de 2002, a la aftosa y a las crecientes”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario