La tremenda campaña de la celeste en Sudáfrica se coronó con un premio que tal vez, resultó tan inesperado como merecido. Diego Forlán, flamante Balón de Oro de Sudáfrica 2010, marcó cinco goles en siete compromisos, en donde fue elegido como figura por la gente en la votación de la web oficial de FIFA en tres, frente a Francia, Sudáfrica y Ghana.
Justamente con la página del ente rector del fútbol mundial, dialogó pocas horas después de ser galardonado. En la entrevista, confesó que nunca en su vida pensó algo así y que "jamás fue mi objetivo. Quizás me imaginaba que, como delantero que soy, podía pelear por la Bota de Oro, y de hecho estuve cerca. Eso hubiera sido algo más normal. ¡Pero de ahí a ganar el premio al mejor jugador! Lo disfruto y estoy feliz de la vida, pero tengo en claro que es fruto del campeonato espectacular que hizo el equipo. Es un premio más para el buen momento del fútbol uruguayo".
Consultado sobre cómo se enteró del reconocimiento de la FIFA, dijo que "al estar nominado, esperaba a ver qué pasaba, sobre todo después de los rumores que había sobre que podía ganarlo, pero nadie decía nada. Entonces recibí un mensaje de un amigo de Buenos Aires: "Felicitaciones, sos Balón de Oro". Después me llamó mi representante y ahí ya estaba confirmado. Empecé a recibir otros llamados y de pronto cayeron todos mis compañeros a la habitación. Cuando me quise dar cuenta, ¡ya me habían tirado a la pileta del hotel!"
Forlán reveló que "el hecho de haber sido esperanza para mis compañeros o mucha gente en Uruguay, y haber devuelto esa confianza dentro de la cancha sin dejar de ser uno más, me pone muy bien. También quiero destacar a los que jugaron poco o no jugaron, porque son los que conforman la base del grupo. Esto también es de ellos".
El delantero celeste se mostró muy agradecido por lo que le tocó ganar en su carrera, y aclaró que lo toma "con humildad. Tengo unos padres que me enseñaron los valores básicos y hermanos que me ayudan a seguir por el camino correcto. Todo es fruto del trabajo, así que seguiré trabajando para mejorar".
Agregó que "tanto el premio como los goles me dejan muy feliz, pero la verdad es que me voy un poco triste porque, al ver la final, sentí que estuvimos realmente cerca de jugarla. Perder la semifinal fue un golpe duro, que me costó un par de días superar y todavía no lo he digerido del todo".
El mejor jugador del torneo, confesó que le hubiera gustado viajar a Uruguay con el trofeo en sus manos, ya que "hubiera sido lindo para decorar la fiesta con la que nos están esperando en nuestro país". Sin embargo, lo recibirá en Zurich de manos de Zinedine Zidane, galardonado en Alemania 2006.
Por último, reconoció que España fue un justo campeón, porque "jugó el mejor fútbol a lo largo del torneo, logró recuperarse rápido de su derrota ante Suiza y siempre fue protagonista". Además, aprovechó para felicitar al plantel y expresar un deseo de tres millones de almas: "ojalá algún día nos toque a nosotros".
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