-Pasadas las elecciones en las cuales participó la fórmula con el senador Luis Alberto Lacalle, ¿llegó el momento de marcar diferencias entre Alianza Nacional y Unidad Nacional?
-No diría marcar diferencias. Las diferencias han existido y existen. Que un partido aminore la exhibición de las diferencias porque lo requiere el elemental criterio de coherencia en una instancia electoral es una cosa bien distinta.
Nuestro sector nació como movimiento de intendentes que logró la mayoría partidaria. Luego, la perdimos y, ahora, vamos a luchar para obtener la mayoría para darle al partido la oportunidad de ser gobierno.
-¿Hay una disputa por el liderazgo con el senador Luis Alberto Lacalle?
-No se puede hablar de competencia de liderazgos porque cada uno representa sectores distintos del espectro partidario. Con todo respeto, en lo electoral, es difícil que el senador Lacalle reincida; es mi percepción. Considero que viene un nuevo Partido Nacional con una dirigencia que está esperando surgir. El nuevo Partido Nacional no perderá sus banderas, principios fundacionales, pero tendrá un porvenir diferente.
-Ese nuevo Partido Nacional, ¿será desde Alianza Nacional y Unidad Nacional o a partir de nuevos dirigentes y desprendimientos de ambos sectores?
-Creo que habrá un proceso de reacomodo dentro del partido, pero estamos muy en la madrugada y no sabemos cuándo el sol va a salir. Estamos en la oscuridad previa al alba, pero habrá un reacomodo que hablará de un partido vivo, fermental.
-¿Qué errores cometió el Partido Nacional en las últimas elecciones?
-Eso forma parte del proceso de reflexión, autocrítica y perspectiva de mirar al porvenir; no voy a adelantarme.
Lo dijimos antes y después de las internas, la elección interna condiciona a la nacional como lo sabían desde el más talentoso de los dirigentes al más desprevenido de los ciudadanos.
-La autocrítica tendrá una organización encomendada a la Comisión de Asuntos Políticos, ¿debió hacerse antes?
Si debió hacerse antes, ya no importa: aún no se hizo, pero lo que importa es que se realizará.
Tiene que haber un sinceramiento, un reconocimiento histórico de nuestras fortalezas y debilidades, emergiendo en la construcción de un camino que nos siga impulsando como el instrumento de sustitución del Frente Amplio en el gobierno tras la elección de 2014.
-Ocho de las doce intendencias ganadas por los blancos tienen al frente a dirigentes de Alianza Nacional. ¿Eso se puede interpretar como un fortalecimiento del sector en las elecciones municipales?
-No me quiero apropiar del esfuerzo de los compañeros. Ocho de los doce intendentes son integrantes de Alianza Nacional y que hayan sido electos con apoyos de otros sectores no es novedad; es una realidad y veremos cómo funcionan.
-La renovación blanca, ¿puede ser eclipsada por un proceso de renovación colorada que lidera el senador Pedro Bordaberry?
-Creo que no, son procesos diferentes.
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