La calle Beisso fue cortada en la esquina de 18 de Julio con un ómnibus de Cutcsa sin techo, de los que se utilizan para el Carnaval sobre ruedas. Se colgaron banderas de todos los sectores y el vehículo sirvió como escenario. El presentador, de bermuda y campera, mezcla típica de otoño, pidió que “copen” la calle y agiten las banderas. Entre el montón hay un clon del presidente José Mujica y sus amigos bromeaban con él. “Acá estoy con el líder”, decían y lo abrazaban.
Hubo ex autoridades del gobierno y algunas actuales, como el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, que se paseó entre la gente con el diario La República abajo del brazo. También estuvo el senador socialista Daniel Martínez que llegó temprano. “He estado trabajando mucho en contra del voto en blanco, que tiene guarismos muy altos, por más que mucha gente diga que no”, contó a 180. Además, dijo que en este último tiempo le “salvó la vida el cariño de la gente”. “Lo que me pasa en la calle es brutal y al final de mi vida me voy a llevar lo que he hecho y ese cariño. Los hombres se pueden equivocar, pero ante todo está el proyecto político”, agregó.
Luis Luján es integrante de la Corriente de Acción y Pensamiento - Libertad (CAP-L) y va por ser alcalde del Zonal 2, que abarca los barrios Pocitos, Punta Carretas, Parque Batlle y una parte de La Blanqueada. “Yo tengo que hacerme conocer en una circunscripción particular, porque es una de las más importantes”, explicó a 180. “Es una campaña atípica a las que me ha tocado, porque hay que imponer una cara o nombre, que además no es uno solo, porque son cinco por alcaldía”, agregó.
Luján lo vive así porque en los dos períodos anteriores fue edil en Montevideo. Pero ahora, en la lista de los concejales, está en primer lugar y si es el más votado será alcalde. “Conozco Montevideo porque he presidido la Junta Departamental y estoy al tanto de todos lo números”, expresó. “Este barrio tiene problemas de circulación de vehículos, con centralidades muy fuertes como son los shoppings”, dijo.
El candidato a alcalde sostiene que con esta ley de Descentralización las alcaldías van a “privilegiar” el acercamiento con el vecino. “Van a tener servicios propios, personal y cuadrillas, van a poder relacionarse con los organismos nacionales. Habrá una articulación muy grande entre la sociedad y el gobierno”, señaló. Luján dijo que todavía no ha hablado con Ana Olivera y que por ahora se dedicará a hacer saber a la gente cómo va a funcionar la alcaldía. “Después hablaremos”, agregó.
Este discurso continuará…
En el escenario fueron presentados las cabezas de lista de todos los sectores que acompañan a Olivera. La primera en subir fue Maite López, que tiene 20 años y encabeza la lista de la Vertiente. Con la voz temblorosa, se paró en el escenario y empezó a hablar. “Como mujer es importante trabajar hacia la lucha… perdón, estoy bastante nerviosa”, dijo y se quedó callada. La gente la aplaudió.
Flaquita, de pelo castaño y piel bien blanca, se fue soltando y hasta se animó a criticar su propio partido. “El Frente mejoró mucho lo que hicieron los gobiernos blancos y colorados en Montevideo, pero tuvimos errores y como frenteamplistas tenemos que asumirlos y proponer cosas nuevas”, dijo.
La jovencita habló del transporte público, de no tener que esperar cuatro horas en la noche un ómnibus y de poner un boleto estudiantil gratuito. También hizo referencia a mejorar espacios públicos para poder ir a tomar una cerveza o un mate con amigos. “Como joven del Frente Amplio me molesta que haya jóvenes que no pueden tener vivienda propia y andan por ahí, manejándose como pueden”, expresó.
Más allá de que por momentos ojeó el trencito que llevaba escrito en su mano, López llevó bien la situación. “El conocimiento nos hace responsables”, dijo antes de bajarse, citando una frase de Ernesto “Che” Guevara. “Grande Maite, ¡esa gurisa!”, le gritaba entre aplausos Daniel Martínez.
El acto estaba programado para las 19:30, pero empezó una hora después. Todos los cabezas de lista hablaron. Desde los que propusieron “más bicicletas”, hasta los “antiimperialistas” que pedían rescatar los principios del FA. Tenían tres minutos, pero muchos se extendieron más de lo pactado y Ana Olivera recién comenzó su discurso 21:45. “Hoy tenía pensado hablar un poquito más largo, pero desisto. Lo dejo para el próximo acto”, dijo apenas subió. “¿Dónde?”, preguntó alguien desde abajo. “General Flores y Garibaldi”, respondió Olivera.
Olivera recordó que el 77% de los montevideanos dice que ella será la próxima intendenta, pero que sólo la mitad la va a votar. “Y eso es muy malo para la Junta y para el proyecto del FA”, expresó. Por eso pidió trabajar, destacando los logros y errores “sin complejos”.
La candidata dijo que la Intendencia comenzó a construir una ciudad planificada y eso era importante. “Peleamos por una ciudad que crecía como nosotros no queríamos y desde hace dos años no aparecen más asentamientos”, señaló. “Estamos construyendo barrios”, agregó.
Por otra parte, sostuvo que el transporte público debe ir a más. “Disfrutamos del boleto de una y dos horas, pero sufrimos en las horas pico, con la gente esperando y también con los ómnibus sin acceso para discapacitados”, señaló. También reconoció que la ciudad está sucia. “Todos pensamos que Montevideo está sucio”, expresó. Pidió compromiso de la gente y dijo que van con un nuevo plan, que incluye una usina de residuos metropolitana.
Sobre el final destacó que no va a discriminar las alcaldías que no sean frenteamplistas, porque los “rehenes” serán los ciudadanos. Olivera fue breve y se despidió diciendo a la gente que descanse porque había que trabajar. “Y que no quede nada sucio en la esquina”, pidió.
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