El guardia de seguridad detenido por el robo al banco HSBC señaló dos lugares en los que habría guardado el dinero pero ambos resultaron ser falsos. Desde Jefatura de Policía aclararon a Montevideo Portal que el hombre se contradice permanentemente y que se entregó al sentirse acorralado.
El guardia de seguridad que es sospechoso del robo a la sucursal de Punta Carretas del banco HSBC, producido en el mediodía de ayer, está bajo custodia de la policía y declara hoy ante la Justicia.
El hombre fue trasladado al área de Delitos Contra las Personas, que lo conducirán al juzgado para que preste declaración en el día de hoy.
Según informaron a Montevideo Portal desde Jefatura de Policía, el sujeto se entregó a las 00:45 en la Seccional 2ª, ubicada en la calle Zelmar Michelini. Lo hizo forzado por las circunstancias, ya que la policía había indagado a su esposa y su hija.
El hombre no se presentó con el dinero, que aún no apareció. En el bolso robado había unos 500.000 pesos y 30.000 dólares.
Según explicó a Montevideo Portal Pablo Ghan, vocero de la Jefatura de la Policía, el hombre "manifestó con evasivas que había dejado el dinero en un lugar, pero personal policial fue allí y no lo ubicó". Luego, el sospechoso, que entró permanentemente en contradicciones, mencionó que en realidad había dejado el bolso en otro sitio, pero tampoco estaba allí. En vistas de que no pudo hallarse el botín, la investigación pasó al área de investigaciones de la Zona 2, donde continúan las indagatorias.
El guardia declaró que se vio acorralado por la policía y no tenía dónde ir, por lo que deambuló por la rambla hasta entregarse en la seccional.
Ghan confirmó que los interrogatorios a su mujer y su hija fueron decisivos para que se entregara a la policía. También se le incautaron dos armas, la suya y la de un compañero, al que desarmó antes de huir de la sucursal.
La policía consultó al detenido por qué cometió un robo sabiendo que iba a ser identificado, pero "eso entra dentro de las contradicciones que manifiesta, no dio explicaciones sobre el hecho y dice simplemente que vio la oportunidad", según la policía.
El insólito robo se produjo a las 12 del mediodía. Uno de los guardias de seguridad ingresó a la bóveda de seguridad, tomó uno de los cofres y puso el dinero un bolso. Antes de eso había pasado por la cabina de otro guardia de seguridad y le había cerrado la puerta con llave.
Salió con el bolso en su mano, pasó por una de las oficinas donde se encontraban los empleados, cerró la puerta y trancó con llave.
Cuando los funcionarios vieron que se alejaba con un bolso en su mano, llamaron al otro guardia, que no pudo salir al encontrarse cerrada su puerta. Fue allí cuando se decidó notificar a la policía.
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