El Movimiento de Liberación Nacional realizó su acto conmemorativo de la muerte de Raúl Sendic, al cumplirse 23 años de su fallecimiento. Este año, hablaron Sebastián Sabini, Alejandro Sánchez, Julio Marenales y Eduardo Bonomi.
El acto lo abrió el diputado Sebastián Sabini quien dedicó buena parte de su discurso a la legalización de las drogas y la educación. Sabini hizo hincapié en la incidencia negativa de la drogas legales y la necesidad de una mayor regulación por parte del Estado.
El militantes señaló que en nuestro país hay unos 200 mil alcohólicos y que es necesario que el Estado diseñe un mecanismo para que las grandes empresas "que lucran con la adicción" realicen un aporte para atender a los afectados por ella.
Sabini valoró positivamente lo realizado en materia de política contra el tabaco y defendió la legalización de la marihuana señalando que no se trata de una reivindicación pequeño burguesa sino de un asunto que afecta a los jóvenes de bajos recursos.
"Las drogas no son ni buenas, ni malas. Tiene que ver con cómo se relacionan las personas con esa droga. No podemos criminalizar a los que consumen", señaló.
El dirigente también se refirió a la pasta base, destacando los avances realizados por el gobierno en la creación de centros de atención para los adictos a ella y destacó el hecho de que la marihuana puede servir como una forma de calmar los efectos de la adicción a esa droga.
Sabini hizo hincapié en que los adictos de pasta base pueden rehabilitarse y subrayó que "darles la espalda no puede ser la actitud de un izquierdista".
En otra tramo de su discurso el joven diputado señaló la necesidad de transformar la educación de nuestro país, particularmente en lo que refiere a la educación técnica. El dirigente dijo que la autonomía de la UTU es imprescindible para "darle a la UTU el vuelo que no tuvo por estar dentro de una estructura burocrática"Después de él, el orador fue el diputado Alejandro Sánchez quien se concentró en la política de tierras que está realizando el gobierno y los desafíos en esa materia. Sánchez aclaró que el discurso que realizaba iba dirigido a los militantes del Movimiento de Liberación Nacional, y reconoció que a la izquierda "le está costando generar espacios de reflexión".
Para el diputado, en materia de distribución de la tierra el país está en "absoluto subdesarrollo", si se compara esa distribución con la distribución de la riqueza en términos generales que el país ha logrado en los últimos siete años.
De todas formas, recalcó que no se trata sólo de discursos sino de lograr propuestas concretas que desalienten la concentración de la tierra. "Es muy fácil hablar de reforma agraria sin decir ni cómo ni cuándo", agregó.
Sánchez informó que el Instituto Nacional de Colonización logró que unas cinco mil hectáreas que pertenecían a multinacionales fueron otorgadas a trabajadores rurales y criticó a la prensa por entender que debió haber informado esto antes: "Esto no es titular en ninguna prensa".
El legislador también habló sobre los proyectos de minería destacando que ellos no tendrán ninguna exoneración tributaria y propuso que la mitad de los ingresos que lleguen por ese rubro sean destinados a productores rurales.
"No vale solo hablar de consignas hay que establecer objetivos claros (.) para los tupamaros que nos organizamos en el MLN, hacer política es comprometerse con la realidad", agregó.
Por su parte el histórico dirigente tupamaro, Julio Marenales, centró su discurso en la forma en la que la organización puede incidir en el traspaso hacia una nueva sociedad, dejando claro que el Movimiento de Liberación Nacional veía al Frente Amplio como una etapa en ese proceso.
En ese sentido, Marenales dijo que los objetivos actuales del Frente Amplio están enmarcados en este sistema y recordó que en 1971, el FA no se creó como una propuesta revolucionaria, en esos términos. "No somos progresistas, somos revolucionarios (...) Estamos transitando este camino por el cual algunos piensan que nos convertimos en transformistas, que piensen lo que quieran", agregó.
A sus 82 años, Marenales recordó la caída del campo socialista y resaltó que no puede pensarse que "millones de personas" eran estúpidas, dejando abierta la posibilidad de que el ser humano no esté preparado para un sistema diferente.
Marenales recordó que vivió en la pobreza y que ahora lucha "porque la gente sea dueña de su destino" y señaló que así como la mayoría de los uruguayos sabe de fútbol le gustaría que supieran de cuestiones que están vinculadas a su vida y su futuro.
El dirigente, agregó que la militancia no puede tener la ilusión de que la participación es un asunto sencillo, debido a que no siempre hay disposición a participar y puso como ejemplo un patrón que quiso dejar en manos de sus trabajadores una empresa y no encontró interés por parte de los trabajadores.
"Estamos acostumbrados a que nos den órdenes", subrayó el militante, agregando que la participación implica un trabajo pedagógico.
El acto lo cerró el ministro del Interior Eduardo Bonomi , quien realizó una recorrida por diversos temas sin detenerse en uno específico. El ministro dijo que uno de los desafíos que el país tiene es lograr una mayor participación de los trabajadores y a la vez encontrar una forma de promover las empresas públicas no estatales en rubros estratégicos para el Uruguay.
Bonomi también se refirió al intercambio generacional en la militancia, destacando la importancia de que se trata de un proceso y no de una ruptura, y señaló que en varios ámbitos de militancia existen quienes están aferrados al pasado y al poder y perjudican la renovación en términos generacionales.
Finalmente, Bonomi habló de las elecciones internas del Frente Amplio, previstas para el próximo 27 de mayo señalando que el presidente de la fuerza política debe tener la flexibilidad suficiente como para tener sintonía con una nueva forma de conducción que esté más cerca de la gente y que sea menos burocrática.
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