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miércoles, 21 de marzo de 2012

eso duele bastante


Irak sufrió una serie de atentados en el noveno aniversario de la invasión estadounidense.
Varias decenas de ataques simultáneos dejaron en Irak un número de muertos que varía de 42 a 52, según las distintas fuentes, y más de 200 heridos en 18 ciudades del país, sobre todo en la capital, Bagdad, donde hubo tres atentados. Otros se cometieron en las ciudades de Kirkuk, en el norte, Kerbala, en el sur, y Ramadi, en el oeste.
En la mayoría se utilizaron coches bomba para atacar a las fuerzas locales, que están a cargo de la seguridad en Irak desde la retirada de las tropas estadounidenses, el 18 de diciembre. Otras explosiones tuvieron como objetivo a la comunidad chiita, en el marco de los enfrentamientos políticos entre ese sector de la población y el de los sunitas.
Uno de los atentados más sangrientos tuvo lugar a 110 kilómetros al sur de la capital, en Kerbala, una ciudad sagrada para los chiitas. Dos vehículos explotaron en forma consecutiva en los accesos a la ciudad y dejaron 13 muertos y 30 heridos. En Kirkuk, al norte de Bagdad, un coche bomba estallaron cerca de una comisaría y dejó 13 policías muertos y 50 heridos, según la agencia de noticias AFP.
Esta serie de atentados pone en tela de juicio la eficacia de las fuertes medidas de seguridad que las autoridades desplegaron en previsión de la cumbre de la Liga Árabe que debe celebrarse a partir del jueves 29 en Bagdad, por primera vez en 20 años.
El vocero del gobierno iraquí, Alí al Dabag, anunció ayer, después de los ataques, que para reducir la circulación y facilitar la celebración de la cumbre, será feriado en el país desde el domingo 25 hasta el 1º de abril. Además, según informó la agencia de noticias Reuters, hasta 100.000 soldados y policías más van a vigilar las calles de Bagdad y habrá medidas de seguridad adicionales, como el cierre del aeropuerto de la capital durante la cumbre. Según dijo Dabag a Reuters, “el objetivo de los ataques” fue dar “una imagen negativa de la situación de la seguridad en Irak”.
Además, estos atentados coinciden con el aniversario de la invasión del país por una coalición internacional liderada por Estados Unidos, que empezó el 20 de marzo de 2003 y que derrocó al gobierno de Sadam Hussein, detenido el 13 de diciembre de ese año.
El 23 de febrero hubo otra serie de ataques que dejó 41 muertos y más de 200 personas heridas en varios puntos del país. Al día siguiente, el grupo armado Estado Islámico de Irak, vinculado por Al Qaeda, reivindicó los atentados.
El jefe del Ejecutivo iraquí, el chiita Nuri al Maliki, acusó entonces a Al Qaeda y a grupos afines de desplegar “una nueva técnica para distraer a Irak con una guerra contra el terrorismo”.
Un día después de la retirada estadounidense, se emitió una orden de arresto contra el vicepresidente iraquí, el sunita Tareq al Hashemi, acusado de estar vinculado a delitos de terrorismo. Desde entonces, el país enfrenta un aumento de la violencia que se suma a una grave crisis política.

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