2 x2 = cavani
Napoli se metió en la final de la Copa Italia al vencer por 2-0 a Siena en la semifinal de vuelta, a pesar de haber perdido en la ida por 1-2. Edinson Cavani marcó el segundo gol celeste, tras el marcado en contra por Vergassola a los 10 minutos de juego.
En la ida, Napoli era claro favorito, pero Siena sorprendió y adelantó la serie, ganando 2-1. En la vuelta, el equipo de los uruguayos intentó revertir la situación para obtener el pasaje a la final de la Copa Italia, en la que ya se encontraba Juventus.
El club celeste comenzó mejor, proponiendo y arriesgando todo en busca del gol. El delantero Edinson Cavani, titular, tuvo su primera aparición clara frente a las redes cuando el reloj marcaba seis minutos desde el inicio. Malogró, al desaprovechar un buen desborde por izquierda sacando un remate muy alto.
El uruguayo hizo desde las suyas desde el inicio, y si bien le asignaron el gol que pronto llegó en el momento, fue en contra. El Pocho Lavezzi levantó un centro para el salteño, que no llegó. Vergassola quiso despejar, pero su pierna lo traicionó y terminó desviando el balón hacia su propio arco.
A pesar del tanto en contra, el triunfo parcial del Napoli era merecido por lo hecho, por lo mostrado, y por lo poco de Siena. Este gol puso la serie 2-2, dándole ya la clasificación provisoria al equipo de los compatriotas por el gol anotado como visitante en la ida, en casa del oponente.
Cavani volvió a tener una clara jugada riesgosa, cuando sacó una potente media vuelta que sacó con mano cambiada el arquero, salvando sólo por un rato a su club.
Sin embargo, Napoli volvió a sacar su chapa y amplió diferencias, a través del ídolo de la afición, Edinson Cavani. A los 31 minutos, un perfecto contragolpe armó el local, Il Matadore dejó pasar, tocó Hamsik y encontró de cabeza el uruguayo, para definir.
En comparación con el buen primer tiempo liderado por Napoli, el segundo fue una decepción. El dueño de casa dejó de ser tan ofensivo, ya no tuvo claras llegadas Cavani, y Siena creció de a poco, animándose a buscar el descuento que obligara a forjar el alargue, que por el ritmo del partido a esa altura hubiese sido un suplicio.
Walter Gargano, amonestado, dejó la cancha a los 62 minutos tras una floja participación, en la que perdió pelotas importantes.
Cada vez más fue bajando el nivel el partido, que tuvo permanentemente durante los últimos 45 minutos una silbatina difícil de soportar.
El abucheo valió la pena, y Napoli pudo revertir la serie para clasificar a la final, que disputará el 20 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma ante Juventus.
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