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jueves, 12 de mayo de 2011

la mano amiga


Diego Aguirre reconoció que "un 1-0 o un 2-1 estaba bien" cuando se le preguntó por los merecimientos en el triunfo de Peñarol sobre Universidad Católica. Además, opinó que "el 2-0 es importante pero no define nada", y recordó que "hace tres días nadie me dijo que tenía suerte".
El triunfo de Peñarol sobre Universidad Católica ilusiona a su gente. Es imposible contener esa euforia generalizada que moviliza a una multitud que ve a su equipo eliminar primero al campeón de América, quitándole un invicto de 18 años en su estadio, y luego vencer a otro que en esta Copa todavía había ganado sus tres partidos fuera de Chile.

Dentro de los pocos carboneros que mantienen los pies en la tierra está Diego Aguirre. El entrenador carbonero consideró que el 2-0 en el Centenario "es importante", al igual que "no recibir goles de visitante", pero aclara que "no define nada".

En declaraciones a Sport 890, minutos después del partido, reconoció que "un 1-0 o un 2-1 estaba bien, pero nosotros hicimos los goles. Eso es eficacia. Nosotros la tuvimos y ellos no".

Cuando se le preguntó si es un técnico de suerte, preguntó "¿Qué suerte? Hace tres días nadie me dijo que tenía suerte. Son situaciones de juego. Los arqueros también fallan, y me ha pasado de perder puntos por eso. Es un jugador más".

"No existe eso de la suerte, hay que laburar. Tuvimos situaciones de gol claras que perdimos, como la jugada de Urreta en el final del primer tiempo o la de Corujo en el segundo, y no es cuestión de fortuna. Definieron mal y si definían bien era gol", explicó La Fiera.

Sobre el partido, admitió que "fue difícil. Como sabíamos, la Católica juega muy bien y tiene grandes jugadores. Estaba preocupado porque manejaban la pelota y podían anotar, pero nosotros también podíamos hacerlo y encontramos nuestros espacios".

"No estuvimos finos en el ultimo pase y sentimos el esfuerzo físico. Por suerte llegó al final ese segundo gol en una situación aislada", expresó el DT mirasol.

Respecto al estado físico de sus dirigidos en medio de una seguidilla importante de partidos, reconoció que "sentimos el esfuerzno. No estábamos con la chispa en el juego, nos costó luego de una semana dura con un gran desgaste en Porto Alegre, luego el clásico, y después jugar con este equipo que estaba descansado".

Fundamental resulta la rotación y los cambios. Sobre las variantes, valoró que "entró muy bien el Lolo, y Alonso tuvo pocos minutos pero lo hizo excelente. Contagió, pivoteó bien y el partido lo volcamos en el final. Sabemos que en esta etapa están los ocho mejores de América y todo será difícil".

Otro de los destacados fue Juan Manuel Olivera, "un tipo espectacular en todo sentido. Lo primero que tenés que ponderar es a la persona, lo importante que es para el grupo, lo que contagia. Te hace un gol por partido, pero no el cuarto o el quinto. Hoy hizo el primero. Es un placer tener esa clase de jugador y de persona".

También tuvo elogios para Nicolás Freitas, una de las figuras de la cancha que "tiene que estar muerto, como Aguiar, por todo lo que corrió. Es un jugador nuevo, con pocos meses en Peñarol, y lo más lindo es cuando transformás silbidos en aplausos, como lo ha hecho él".

Cuando se le preguntó por la postura de cara a la revancha fue claro al reconocer que "todavía no puedo ni pensar. Primero habrá que digerir este resultado y después la intención será buscar el arco contrario. No podemos ir pensando en defendernos. Puede ser peligroso porque tienen buen juego y juegan en una cancha muy rápida".

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