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martes, 29 de marzo de 2011

no jugar con la vida


La Iglesia Católica advirtió ayer que los proyectos de ley que despenalizan el aborto responden a una "cultura de la muerte", por lo que llamó a la conciencia de la población y de los gobernantes.La Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU), que reunió a los obispos de todo el país entre el 21 y el 25 de marzo en Florida, salió ayer a dar pelea contra la despenalización del aborto y advirtió que "la destrucción de una vida inocente nunca se puede aprobar".

En momentos en que el Frente Amplio trabaja para unificar los proyectos de la senadora socialista Mónica Xavier y del diputado emepepista Álvaro Vega para aprobar en el Parlamento la interrupción voluntaria del embarazo, la Iglesia ingresó en el debate y lanzó duras acusaciones.

"Al prepararnos a la celebración de la Pascua, fiesta de la vida, golpea nuestro corazón de pastores la propuesta de una cultura de la muerte, de la cual es signo la insistencia de algunos a favor del aborto", declaró la CEU en un comunicado sobre los temas abordados en la reunión de Florida.

También se hizo referencia a la violación de los derechos humanos del niño por nacer o quien tiene "capacidades diferentes" y se advirtió que al aprobar un proyecto de ley se está cortando una generación.

En esta misma línea se resaltó la contradicción que a juicio de la CEU emite el gobierno a la población cuando se intenta alentar la natalidad por un lado, y por otro se promueve la mortalidad prematura a través del aborto.

"Nos resulta paradójico que, mientras se quiere alentar el número de nacimientos ante el invierno demográfico de nuestra nación, y se habla de recurrir a ciudadanos de otros países para poblar nuestro suelo uruguayo, se impulsen leyes para diezmar nuestra población", establece la declaración de la CEU.

En consecuencia, los católicos realizaron un "llamado a la conciencia" tanto de la población como de los gobernantes para buscar soluciones a esta problemática y evitar la aprobación de estos proyectos.

En conferencia de prensa brindada ayer, el obispo de Melo, Heriberto Bodeant, agregó que una de las soluciones que se trabaja desde diversas asociaciones de católicos es la del "apadrinamiento" de aquella joven que posee un embarazo no deseado. Esto consiste en brindarle a la mujer apoyo material, psicológico y moral; establecer una cercanía para contenerla y brindarle soluciones a lo largo del embarazo. De esta forma, el fin también es orientarla o ayudarla a reflexionar sobre qué quiere hacer con su hijo. Hoy existen pequeños grupos que intentan llevar a cabo estas iniciativas, las cuales se ven con buenos ojos desde la CEU.

El proyecto de ley de Xavier también entra en contradicción con los mecanismos de apoyo a la natalidad, según el obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti, afirmó a Ultimas Noticias.

La contradicción radica en el hecho de que hoy se proteja a los niños que nacen prematuros y se les brindan cuidados extremos para preservar su vida; mientras que el proyecto de IVE habilita a matar a un ser débil. En tanto, lo compara con la ideología nazi por el hecho de "decidir quiénes tienen derecho a vivir y quiénes no".

Respecto a la madre, el obispo considera necesario ayudar a la persona a asumir la situación; en caso de abortar se genera un drama psicológico en donde la mujer siempre recordará cuántos años pasaron desde que se realizó el aborto, o qué habría pasado si hubiese continuado con el embarazo. Por ende considera que la solución no puede ser interrumpir el embarazo porque es un hecho inmoral. Para ser más demostrativo compara: "Imagínese que en vez de un niño de dos meses sea de dos años".

OBISPOS EXIGEN RECTIFICACIÓN AL
DIRECTORIO DEL CÍRCULO CATÓLICO

La Iglesia reclamó ayer al directorio del Círculo Católico una rectificación y acatamiento de los estatutos luego de haber dejado al margen al arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno.

El enfrentamiento surgió luego que el Círculo Católico no cumpliera, a juicio de la Iglesia, con algunos puntos establecidos en los estatutos de la institución, ya que se realizó una asamblea representativa donde no se convocó a Cotugno, su presidente honorario. En esa asamblea se consideraban las disposiciones del Ministerio de Salud Pública relativas a la distribución de anticonceptivos.

Para la CEU, este hecho demostró un desconocimiento de su "identidad católica" y de la potestad que posee el Arzobispo.

Desde la CEU se mostró preocupación por la situación que actualmente se encuentra en instancia de mediación por parte del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), entre el directorio de la institución y el episcopado uruguayo. El obispo de Melo, Heriberto Bodeant, resaltó la importancia de la presencia del arzobispo "para que el Círculo sea efectivamente una institución católica y funcione dentro de los parámetros que se espera".

Por lo tanto, se decidió llevar este diferendo al MEC que es el órgano encargado de otorgar la personería jurídica de la institución, y por lo tanto velar por el correcto cumplimiento de sus estatutos.

Este diferendo aún está en instancia de mediación, y hasta el momento no hubo avances.

Desde la CEU se espera una rectificación por una actitud que consideran incorrecta, así como confían en la plena catolicidad del Círculo Católico.

La relevancia de este hecho radica en la naturaleza de la institución de salud. Bodeant explicó que ninguna institución puede poner la palabra "católico" en su nombre, sin que tenga un efecto correlativo en sus estatutos. "No basta con que sus fundadores sean personas bautizadas, sino que tienen que ser reconocidas por el obispo del lugar", agregó Bodeant.

Desde el Círculo Católico ayer se prefirió no comentar el comunicado de la CEU, ya que el presidente de la institución, Daniel López Villalba, se encuentra en Suiza.

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