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lunes, 3 de enero de 2011
ooooooooooooooooooo DO BRASIL !
José Mujica y Dilma Rousseff mantendrán el ritmo de una reunión presidencial cada tres meses, al igual que sucedía con Lula Da Silva. Uruguay fue el único país que viajó al cambio de mando en Brasil con una delegación multipartidaria.
Más allá de los rostros cansados de los miembros de la delegación que llegó de Brasilia ayer domingo, hubo coincidencia en lo positivo de la presencia y los contactos realizados en ocasión de la asunción de Rousseff.
Además de asegurar que seguirán las cumbres presidenciales cada tres meses, Rousseff le anunció a Mujica que su primer viaje a la región será a Uruguay y Argentina y le agradeció que el país haya cambiado de la norma de TV digital europea a la japonesa-brasileña.
En la mañana de ayer, la segunda entrevista que ya como presidenta mantuvo Rousseff fue con Mujica, lo que marca el buen momento de la relación entre los países y que no pasó inadvertido para los miembros de la delegación de los partidos con representación parlamentaria que luego se sumaron a la reunión.
Esta delegación fue la única de ese estilo presente en el cambio de mando y que, al igual que en ocasión del velatorio del ex presidente argentino Néstor Kirchner, generó cierta sorpresa y buena imagen del país, expresaron participantes del viaje oficial a El País.
En el viaje de retorno, Mujica mencionó que Uruguay tiene pocos puntos para diferenciarse con las potencias y uno de ellos es la certeza y seguridad que para el exterior implica el relacionamiento político interno. Consideró que es "enorme" el "valor agregado" de viajar juntos dirigentes de diferentes partidos políticos, lo que ningún otro país de la región puede hacer, informaron fuentes del gobierno y la oposición.
En declaraciones a Radio El Espectador esta mañana, Mujica puntualizó que debe discutir los precios de la energía que se entregará desde Brasil a través de la red de interconexíón que ya está instalada.
A nivel de infraestructura entre los dos países, el mandatario destacó que falta discutir cómo se financiará la conexión de la línea ferroviaria que une a Montevideo con Rivera, y que luego se juntará con la red brasileña, además de las obras que se deben realizar en el nuevo puente Mauá sobre el Río Yaguarón.
En la próxima reunión bilateral también se tratará el tema de la construcción de un puerto de aguas profundas en Rocha, y las mejorar para el comercio entre ambos países. Para Mujica hay que insistir "con inteligencia diplomática, con constancia y contando con la voluntad de los gobiernos locales hay un signo positivo para el comercio uruguayo".
Los miembros de la delegación -a la que se sumó al regreso el secretario iberoamericano Enrique Iglesias- coincidieron con el presidente en ese diferencial del país, que puede presentar políticas de Estado que representan a todo el sistema político, agregaron las fuentes consultadas.
En lo que va de su mandato, Mujica dio sobradas muestras de la relevancia que da a las relaciones con Brasil, país que considera debe asumir el liderazgo regional. Aprovechó al máximo su amistad personal con Lula Da Silva, con quien se reunió en varias ocasiones en los últimos meses, para intentar lograr avances en temas comunes entre ambos países.
Con la nueva presidenta, Mujica no tiene una amistad, pero buscó y busca que la buena sintonía lograda con el gobierno de Lula se mantenga. La simpatía y el saludo especial que Rousseff le dispensó y que haya sido uno de los primeros mandatarios con quien se reunió, fue visto por los integrantes del gobierno y de los partidos que integraron la delegación como un muy buen paso en ese sentido. Ya en 2009, en una visita a Brasilia como candidato presencial, Mujica habló de la entonces también candidata Rousseff como "una compañera de leyenda", en alusión a que los dos pertenecieron a organizaciones armadas décadas atrás.
Socio y vecino. Si bien la página web de Presidencia anunció que Mujica realizaría una conferencia de prensa, el mandatario se retiró junto a su esposa, la senadora Lucía Topolansky, de la Base Aérea N° 1 sin hacer declaraciones.
El canciller Luis Almagro, quien junto al ministro de Industria Roberto Kreimerman fueron los voceros, expresó que el encuentro bilateral "era absolutamente importante" para Uruguay, puesto que "Brasil es nuestro socio estratégico, nuestro vecino y a la vez un actor global de creciente importancia". Destacó la importancia de las reuniones trimestrales, que "potencian el esfuerzo de las democracias" y es "lo que nos ha permitido concretar resultados específicos en este caso". Almagro informó que la próximo cumbre "va a estar potenciada por un seminario de planificación y desarrollo estratégico entre los dos países".
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