En un balance de los 12 años como arzobispo de Montevideo, Monseñor Cotugno lamentó que no existan más laicos comprometidos. "Hay una ausencia de políticos católicos de fuste, como hubo en otras décadas, y que puedan incidir en las leyes".
"Hay determinadas leyes que hacen que uno se pregunte: ¿Y dónde están los católicos?", dijo Nicolás Cotugno a El País. "Yo hubiera querido poder formar un laicado muy comprometido con la vida, con la historia. Pero no tenemos laicos que incidan en el Poder Legislativo, en la administración de la Justicia, en el Poder Ejecutivo, en la vida", agregó.
Como algo positivo de sus años de arzobispo de Montevideo, destacó el aumento de las vocaciones sacerdotales. "Ordené a más de 30 sacerdotes en los últimos 12 años, y el año que viene ordenaré a seis más; es un récord absoluto", comentó. Además, en febrero entran cinco seminaristas. "Estamos en la época de las vacas gordas", indicó. En promedio se ordenaban entre dos y tres sacerdotes por año. De todos modos, el arzobispo señaló que siguen haciendo falta sacerdotes. "Hay diócesis con una sequía bárbara", afirmó.
Cotugno también subrayó la labor de la Iglesia en el Liceo Jubilar "Juan Pablo II", un centro educativo ubicado en Casavalle que se financia con aportes de privados y que atiende gratuitamente a 140 jóvenes de la zona. Cotugno destacó que en los últimos años solo dos alumnos desertaron, y que no hubo repetición. Para el arzobispo, el liceo ha sido "un verdadero milagro".
Semanas atrás, el director de Ceres, Ernesto Talvi, también calificó al Liceo Jubilar como "el milagro de Casavalle", al demostrar que, a pesar de estar ubicado en un contexto crítico, en tercer año de liceo logró promedios similares a los de liceos de contexto muy favorable.
Ante la pregunta de por qué cree que se lograron resultados tan positivos en el Liceo Jubilar, Cotugno señaló que "se logró unir el nivel académico con la personalización en el trato y el afecto hacia la persona".
"Pienso que hay muchísimos chicos que están en una situación educativa donde tienen maravillosas infraestructuras, liceos de último grito, pero con una deserción muy grande", señaló Cotugno.
"No es para que todos hagan lo que hacemos nosotros, pero decimos que en el Liceo Jubilar hemos logrado algo", comentó. Cotugno destacó que en el liceo "se integra la fe como elemento de personalización, para vivir la vida desde los valores fundamentales".
El País preguntó a Cotugno por qué cree que el fracaso en el sistema educativo público es tan alto. "Puedo estar equivocado de punta a punta, pero creo que si no hay un centro de interés que atenace la voluntad del chiquilín, un interés superior, ¿cómo pueden ver un sentido en el estudio? Desde mi visión de las cosas, el hombre sin fe, sin Dios, no se sostiene", dijo.
Por otra parte, Cotugno comentó que le gustaría que Jesús fuese más conocido. "Cuando uno quiere a una persona, quiere que sepa que hay cosas lindas, y lo lindo es Jesucristo, el evangelio. Y vemos que Jesús no es conocido. En la escuela pública nadie sabe nada de Jesús", dijo. Para el arzobispo, "el Estado no es el educador del pueblo. No le corresponde la educación de la gente. Les corresponde a los padres, a la familia".
Cotugno indicó que "la laicidad es algo muy bueno", pero en Uruguay "hablamos de la laicidad como exclusión del hecho religioso. Eso es anticientífico, anticultural y antihistórico", consideró. "La laicidad es apertura, a todas las corrientes del saber y del sentir", indicó.
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