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miércoles, 14 de abril de 2010

quise decir ,lo que quise decir.

En la campaña electoral, José Mujica dijo que un presidente debe tener "marcha atrás". Ayer aplicó reversa en su intención de promover la prisión domiciliaria a mayores de 70 años, lo que hubiera implicado liberar a ex represores militares.

Fue una marcha atrás forzada. La mayoría de los diputados del Frente Amplio está en contra de la medida, por lo cual el presidente priorizó la "unidad partidaria" y les anunció que no enviaría el proyecto.

Mujica igual planteó la necesidad de que el gobierno procese políticas activas que permitan la integración de las Fuerzas Armadas a la sociedad y se incorporen al proyecto político de la izquierda. El presidente dijo a los legisladores que, si se repite otra crisis económica o si hay tensiones sociales por los cambios implementados por el Frente Amplio, debe haber Fuerzas Armadas del lado del gobierno.

El mismo concepto manejó en su audición de ayer en M24: dijo que las Fuerzas Armadas son "la gran garantía" de "estabilidad institucional" a la "hora de las tensiones sociales", a fin de evitar "aventuras golpistas o semigolpistas".

Y en el mismo sentido que lo hizo el 16 de marzo en la Base Aérea de Santa Bernardina, Durazno, cuando usó la imagen de la mochila -"las Fuerzas Armadas no tienen por qué cargar con la mochila del pasado"-, en su audición de ayer afirmó: "Hemos vivido una dictadura muy dura con todas sus condiciones. Entonces tendemos a endilgarle a nuestras Fuerzas Armadas de hoy la responsabilidad de cosas que pasaron ha-ce muchos años".

"La verdadera garantía para una Nación es que sus cuerpos armados, en los grandes momentos de tensión, cuiden y respeten el funcionamiento institucional. Esto no tiene vuelta y no hay que disimularlo", sostuvo el presidente.

Primero, unidad. "Si yo mando el proyecto, seguramente sale con algunos votos del Frente Amplio y de la oposición. Pero para mí lo más importante es la unidad del Frente Amplio", les dijo Mujica a los diputados en el quincho de la residencia de Suárez y Reyes.

El cambio de opinión del presidente fue bien recibido por los legisladores. Participantes de la reunión dijeron a El País que Mujica les agradeció "por la honestidad" de los planteos de la bancada, y destacaron el retorno a los debates "políticos de fondo" en el seno de la coalición de izquierda.

Jorge Orrico (Asamblea Uruguay) fue el único diputado que defendió la idea de la prisión domiciliaria. Orrico dijo que no se trata de un "beneficio ni un privilegio", sino "una forma de ejecutar el máximo castigo: la falta de libertad". Además, dijo que "le sale barato al Estado".

Orrico indicó que, si es posible, la prisión domiciliaria "de-be aplicarse en todos los casos", incluyendo a los procesados por violaciones a los derechos humanos.

Esteban Pérez (MPP), que semanas atrás había respaldado la idea del presidente, no habló. En cambio, Doreen Ibarra (Democracia Avanzada) no compartió la posición de Orrico, y afirmó: "Los procesados deben cumplir la pena en los lugares de reclusión". En la misma línea, el socialista Julio Bango dijo que comparte la idea del presidente de lograr la integración de las Fuerzas Armadas a la sociedad, pero no que los represores mayores de 70 años tengan el beneficio de la prisión domiciliaria. Uno de los más duros en expresar su oposición a la intención del presidente, fue Luis Puig (PVP), quien ante una expresión de Mujica referida a que "las heridas no nos pueden nublar la razón", dijo: "Justamente para que las nuevas generaciones puedan mirar hacia el futuro, se debe proseguir en la búsqueda de `verdad y justicia`".

La Ley de Humanización del Sistema Carcelario, aprobada en el inicio del gobierno de Tabaré Vázquez, establece que el juez podrá disponer la prisión domiciliaria de procesados o condenados de más de 70 años. En cada caso, el magistrado deberá tomar la decisión en base a una pericia forense, y se prevé que el beneficio podrá ser aplicado en caso de enfermedad grave o de circunstancias especiales.

Sin embargo, la ley excluyó expresamente a los procesados o condenados por homicidio agravado, violación o ilícitos previstos en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, que castiga delitos de lesa humanidad como el homicidio político o la desaparición forzada.

En Uruguay hay una treintena de presos mayores de 70 años, cuatro de ellos en la cárcel especial para ex represores de la dictadura (1973-1985).

"Mujica nos pidió que pensemos qué hacer con estos viejos", explicó sonriente un diputado.

Ejes. En su mensaje a la bancada, el mandatario planteó tres ejes. En primer término defendió la profesionalización de las Fuerzas Armadas y la educación de las nuevas generaciones de militares. Luego hizo hincapié en las condiciones en que se encuentra el personal subalterno, y señaló la necesidad de mantener políticas activas para mejorar su calidad de vida. Por último, se refirió al desarrollo de tareas de bien público que pueden hacer las Fuerzas Armadas, con el objetivo de reconstruir "una legitimidad ante la sociedad", informó el diputado socialista Julio Bango.

Hubo varios acuerdos con el presidente: la necesidad de incluir a las Fuerzas Armadas en un proceso de "construcción nacional", otorgarles más recursos para aumentos de sueldo y para equipamiento.

El diputado Aníbal Pereyra (MPP) señaló que era necesario realizar un "esfuerzo fiscal" para mejorar el salario de los soldados. La mayoría de los legisladores oficialistas opinaron que se debe atender la situación de "injusticia" en que se encuentra el 60% de los soldados la tropa que están por debajo de la línea de pobreza.

Desde Asamblea Uruguay, el sector del vicepresidente Danilo Astori, se interpretó que junto al MPP -principal respaldo político de Mujica- fueron los que mejor recibieron el mensaje del presidente de integrar a las Fuerzas Armadas.

En cambio, el Nuevo Espacio, el PVP y el Partido Socialista expresaron sus reparos.

Jorge Pozzi (Nuevo Espacio) dijo en la reunión que "está bien que no se mande el proyecto de los militares presos, porque ellos tuvieron un juicio justo y no deben salir de la prisión privilegiada". Y agregó: "El pueblo debe saber que si uno roba una gallina, va preso. Pero si uno desaparece gente, tortura o mata, también debe pagar. Los judíos siguen persiguiendo a los nazis y, si encuentran a uno, lo cuelgan".

Pozzi alertó sobre las dificultades para integrar a las Fuerzas Armadas a la sociedad y dijo que debe definirse su rol. "Hay cosas que solo pueden hacer ellos, como la custodia territorial, pero hay otras que ellos hacen y que no deben hacer porque son de la órbita civil", indicó.

También del Nuevo Espacio, Horacio Yanes es el único soldado de la bancada y contó su experiencia. De joven se anotó en la Fuerza Aérea y se recibió de soldado en aeronáutica. "Es bueno el mensaje del presidente de integrarlos, pero para eso no hay que tener prejuicios y hay que terminar con prácticas humillantes que separan a los militares de los civiles, como que un soldado deba pedir permiso a un superior para hablar, como que haya una ventanilla para oficiales y otra para soldados en el Hospital Militar, como las sanciones y privación de libertad en los cuarteles", opinó.

El socialista Bango contó que, en sus idas al interior, constató las diferencias entre los oficiales y la tropa en los cuarteles.

Por su parte, Carlos Varela (Asamblea Uruguay), dijo que hacía "tiempo que no estaba en una reunión donde se planteara con tanta profundidad ideológica los temas relacionados con las Fuerzas Armadas. Percibí la visión de un estadista, de alguien que piensa mucho más allá de la coyuntura y en las próximas generaciones. Está en nosotros sumarnos en esa reflexión colectiva".

Varios diputados recordaban que Vázquez los recibió tres veces en cinco años y generalmente para "dar un speech y decir qué había que hacer". En cambio, ayer Mujica habló apenas unos 20 minutos y los escuchó durante más de dos horas.

Julio Bango: "Un gesto, pero no lo compartimos"
Partido socialista

Compartimos la idea del presidente de mirar hacia adelante, no compartimos la medida en particular del proyecto que el presidente dijo que no va enviar. Fue un gesto que quiso hacer".

Horacio Yanes: "Terminar con prácticas humillantes"
Nuevo espacio

"Para reinsertar a las Fuerzas Armadas no solo hay que pensar en los derechos humanos. Hay que terminar con las prácticas humillantes, como pedirle permiso a un superior para hablar".

D. Ibarra: "Despejó todas las dudas"
Democracia avanzada

El proyecto de ley para los procesados por delitos de violación a los derechos humanos, quedó totalmente descartado. Con sus expresiones nos despejó las dudas que podíamos tener".

Jorge Orrico: "Hay que aplicar prisión domiciliaria"
ASAMBLEA URUGUAY

La prisión domiciliaria no es un beneficio ni un privilegio, es una forma de ejecutar el máximo castigo: la privación de libertad. Si es posible, pienso que debe aplicarse en todos los casos".

Luis Puig: "La depuración de FF.AA. es importante"
Partido por la victoria del pueblo

Para nosotros la depuración de las FF.AA. es muy importante. No son el conjunto de sus integrantes ni los soldados los que deben cargar con la violación a los derechos humanos".

Gonzalo Mujica: "Nos llama el presidente para pensar"
Espacio 609

Con Tabaré Vázquez nos vimos pocas veces, donde generalmente nos indicaba lo que pensaba hacer. La diferencia es que Mujica nos llama para pensar y debatir un tema que le preocupa".

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