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miércoles, 17 de marzo de 2010

una poca de libertad

El segundo día de protesta de las Damas de Blanco para conmemorar el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 opositores, acabó en un enfrentamiento en el centro de La Habana entre las disidentes y grupos afines al régimen.

Este año, las protestas tradicionales de la "Primavera Negra" están rodeadas por un contexto delicado: la muerte del disidente cubano Orlando Zapata por una huelga de hambre y la huelga total que está haciendo otro disidente, el sociólogo Guillermo Fariñas.

Las Damas de Blanco, un grupo que nuclea a familiares de presos políticos, realizan protestas durante toda la semana recordando el 18 de marzo de 2003, cuando 75 opositores de los que 53 quedan en prisión con penas de entre 15 y 28 años de cárcel fueron arrestados.

La marcha de ayer fue interceptada por unos 200 partidarios del gobierno, que al grito de "La calle es de Fidel", "Cuba sí, Yankis no" y "Gusanas", interrumpieron el desfile pacífico de una treintena de mujeres.

No hubo violencia física, pero sí insultos y gritos contra las Damas de Blanco. "Pin-pon-fuera, abajo la gusanera", repitieron los contramanifestantes durante más de un kilómetro de recorrido, entre el barrio del Vedado y la casa de Laura Pollán, la vocera de la agrupación.

De mañana, las mujeres participaron de una misa en la iglesia de San Juan de Letrán, en una céntrica avenida del barrio del Vedado. Al regresar pidieron a gritos la libertad para sus familiares frente a la sede de la Unión de Periodistas de Cuba, reclamando que la prensa de la isla hiciera eco de su demanda.

Fue después cuando le salió al paso el grupo progubernamental y ya no hubo tregua verbal hasta el fin de la marcha, si bien algunos agentes vestidos de civil vigilaron de cerca los sucesos para que no hubiera agresiones, según testigos.

Berta Soler, una de las líderes de las Damas de Blanco, aseguró que la movilización en pro de la libertad de los presos políticos cubanos continuará toda la semana, con salidas diarias en diferentes iglesias de la capital. Las familiares de los opositores peregrinaron al templo del Sagrado Corazón de Jesús y repartieron gladiolos a los que cruzaron en el recorrido, pero no hubo incidentes allí.

En tanto, el sociólogo y periodista Guillermo Fariñas continúa con su huelga de hambre.

Desde su casa en Santa Clara, la misma ciudad que acoge los restos de Ernesto Che Guevara, la portavoz de Fariñas, Licet Zamora, comentó que "la oposición siempre dijo que cuando falleciera un preso político no iba a ser lo mismo. Ahora ya contamos con un asesinato político".

Sus comentarios hacen referencia al fallecimiento de Orlando Zapata, que el 23 de febrero murió después de una larga huelga de hambre en la que exigía un buen trato a sus compañeros presos. Fariñas comenzó su protesta un día después de la muerte de Zapata y no ingiere ni siquiera agua. Pide la liberación de "26 presos políticos enfermos" del grupo de los 75 arrestados en 2003.

"Ya tenemos un mártir en la oposición y vamos a tener muchos mártires si no liberan a los presos", añadió Zamora.

Manuel Costa Morúa, líder del grupo moderado Arco Progresista, de tendencia democrática, aseguró que la muerte de Zapata, "además de marcar un antes y un después" y "revelar toda la crudeza de un estado", ha "unido a la oposición".

DENUNCIAS. Organizaciones no gubernamentales de defensa de los Derechos Humanos se unieron para evitar que Fariñas muera en su huelga de hambre y pidieron al régimen de Cuba "liberar a todos los prisioneros de conciencia" y garantizarle "la atención médica necesaria".

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT) expresaron en un comunicado publicado en Ginebra "su honda preocupación por el estado de salud del periodista disidente Guillermo Fariñas".

La FIDH y la OMCT reiteraron igualmente su "preocupación por las condiciones extremas de detención existentes, por la falta de garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y de asociación y por la represión contra los disidentes y opositores políticos en Cuba".

En esa línea, el documento pidió que "liberen inmediatamente a todos los prisioneros de conciencia y, en caso de no hacerlo, inviten a la realización de una misión independiente de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pueda establecer las condiciones de detención y las garantías que hayan tenido o no a un debido proceso".

El documento no se quedó corto y exigió a Cuba que agilice la visita del Relator Especial de la ONU sobre la cuestión de la tortura que fue acordada en 2009 y que acepte la solicitud de una visita del Relator Especial de la ONU sobre el tema de la libertad de expresión.

Por otra parte, varias figuras del mundo artístico español firmaron la carta "Yo acuso al gobierno cubano" que circula en Internet y tiene más de 6.000 apoyos. Los últimos en sumarse fueron Pedro Almodóvar, Ana Belén, Víctor Manuel, Fernando Savater y Mario Vargas Llosa. El texto, que sólo ayer sumó 1.000 firmas, pide la liberación "inmediata e incondicional" de los presos políticos cubanos.

Fariñas demuestra que es un patriota
Compañeros de oposición, familiares y médicos tratan de convencer sin éxito a Guillermo Fariñas de que ponga fin a su huelga de hambre, que inició el 24 de febrero.

"El gobierno de Raúl Castro está dándome una oportunidad histórica de morir como un patriota y demostrar al mundo que no somos mercenarios", declaró Fariñas desde el teléfono de su habitación. "Los médicos van a hacer todo lo posible para que yo no me muera, pero la última palabra de liberar a los presos la tiene el gobierno", añadió.

El disidente está permanentemente acompañado desde detrás de la ventana de su cama en cuidados intensivos. Pesa 67,5 kilos frente a los 81 que pesaba al inicio del ayuno y este lunes empezó a ser alimentado por vía parenteral. ANSA

El País Digital

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