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viernes, 17 de febrero de 2012

a contrareloj


Asamblea General de ONU condenó a Siria y pidió renuncia de su presidente por 137 votos contra 12.
En las negociaciones previas al plenario de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicado a Siria que se realizó ayer, Rusia propuso que la declaración final incluyera enmiendas, entre ellas un llamamiento a “todas las secciones de la oposición siria” a desvincularse “de grupos armados que llevan a cabo actos de violencia". Esas modificaciones eran similares a las que defendió en el Consejo de Seguridad de la ONU el 4 de febrero y fueron rechazadas, motivando el veto de Rusia y China a la resolución.
Pero finalmente Rusia no puso esas enmiendas a consideración de la Asamblea, y se aprobó una resolución de condena al gobierno sirio con 137 votos a favor, 12 en contra (entre ellos los de Rusia y China) y 17 abstenciones. Parte de lo reclamado por Rusia fue incluido: la resolución exhorta “a todas las partes, incluidos los grupos armados, a que pongan fin a todos los actos de violencia o represalias de forma inmediata”. Pero también condena “las violaciones continuas y sistemáticas de los derechos humanos y las libertades fundamentales” por parte de las autoridades, así como “la detención arbitraria, las desapariciones forzosas, la obstaculización del acceso a tratamiento médico, la tortura, la violencia sexual y el maltrato, incluso contra los niños”, y exhorta al gobierno a que termine inmediatamente con esas violaciones de los derechos humanos y proteja a la población, cumpliendo “cabalmente sus obligaciones derivadas del derecho internacional”. Rusia no quería que se hiciera referencia a las autoridades sirias como responsables de ese tipo de abusos.
Además, se pide a Bashar Al Assad que deje el poder en cumplimiento del plan propuesto por la Liga Árabe, que propone un gobierno de transición.
En la Asamblea General están representados los 193 integrantes de la ONU y ninguno tiene poder de veto, pero sus declaraciones sólo tienen valor simbólico. El vicecanciller chino, Zhai Jun, fue enviado ayer a Siria para mediar entre el gobierno y “otras partes implicadas”. En tanto, la oposición volvió a denunciar ataques del Ejército, la muerte de por lo menos 40 personas y el arresto del periodista opositor Mazen Darwish y la bloguera Razan Ghazawi, junto con 13 de sus compañeros del Centro Sirio de Medios y Libertad de Expresión.

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