+1

sábado, 29 de enero de 2011

juego adicción


El juez penal Gabriel Ohanian envió a prisión a un inmobiliario de Punta del Este por un delito continuado de apropiación indebida de unos 600.000 dólares, cometido en perjuicio de la firma inversora de un edificio y de varios propietarios extranjeros de inmuebles del balneario.

El inmobiliario dejó en las mesas de juego no sólo el producido de su trabajo sino también el importe de alquileres, señas por la venta de apartamentos y hasta el IRPF a los arrendamientos que debió volcar a la DGI en su condición de agente de retención.

"Estoy enfermo. Soy ludópata. No me quedé con un mango", aseguró el empresario de iniciales B.V., cuando confesó ante el juez Ohanian que se gastó alrededor de unos seiscientos mil dólares de terceros en los paños verdes de las salas de juego del balneario.


El empresario fue denunciado por la firma constructora de un edificio de la calle 24 de la península por quedarse con unos ochenta mil dólares producto de las señas que recibió de promitentes compradores de unidades de ese complejo.

El ahora procesado fue designado por la firma denunciante como uno de los inmobiliarios encargados de colocar en venta los apartamentos del referido edificio. Con el correr de las semanas, el inmobiliario se quedó con las señas entregadas por los promitentes compradores y no las volcó a la constructora.

El abogado de la constructora radicó la denuncia en el juzgado penal de 4º turno de Maldonado y pidió el levantamiento de la feria judicial mayor para lograr el procesamiento del inmobiliario.

En la audiencia celebrada en la sede judicial el jueves por la tarde, el abogado defensor del inmobiliario, William Rodríguez, le recomendó a su cliente que reconociera ante el juez que también se había quedado con el producido de varios alquileres concretados entre diciembre y enero. El empresario confesó entonces que se quedó con más de medio millón de dólares de los alquileres de apartamentos de la península propiedad, en la gran mayoría de los casos, de inversores extranjeros.

De acuerdo a su confesión, el ahora procesado cerró una gran cantidad de alquileres por temporada de casas y apartamentos de subido valor. En todos los casos, se quedó con el producido del alquiler y su comisión, el que se gastaba en las mesas de juego de los casinos de la zona. En todos los casos se trata de propietarios extranjeros que todavía esperan cobrar el producido del alquiler de sus propiedades. Se espera que una vez trascienda el procesamiento del inmobiliario caerá en la misma sede judicial una catarata de denuncias en su contra.

Sólo en una noche, un mes y medio atrás, el ahora procesado perdió unos doscientos mil dólares, según trascendió en las últimas horas. Su caso fue calificado por varios colegas inmobiliarios cómo la "crónica de una muerte anunciada", porque era muy conocido por su afición al juego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario