Los países que forman el Mercosur cerraron ayer viernes su XL Cumbre Presidencial con un llamado a la incorporación de nuevos asociados y un reconocimiento de la necesidad de profundizar los avances en materia de integración aduanera.
Con el ingreso pleno de Venezuela pendiente apenas de aprobación en el Congreso de Paraguay, los presidentes de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay coincidieron en afirmar que una de las prioridades del bloque es atraer a las restantes naciones sudamericanas.
"Tenemos que traer a Colombia, a Ecuador, a Bolivia y Chile. Tenemos que esforzarnos para que Venezuela ingrese lo más rápido posible. Tenemos que atraer a Guyana y a Surinam", dijo el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en conferencia.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cuyo país desempeñará la presidencia pro témpore del bloque en el próximo semestre, dijo que la incorporación de otros países al Mercosur será una de las tareas centrales de su gestión.
A su vez, el presidente José Mujica dijo que los países del Mercosur "precisamos que se arrime Venezuela, y que los otros países se vayan arrimando, porque el proyecto del Mercosur no está terminado, estamos apenas empezando".
La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, fue la más enfática en destacar la importancia de la rápida incorporación de Venezuela, alegando que ese paso permitiría "cerrar la ecuación energética de América del Sur".
En esta cumbre, el Mercosur firmó acuerdos que permiten lanzar negociaciones de libre comercio con Siria y con la Autoridad Nacional Palestina, en los moldes de los acuerdos que el bloque ya había alcanzado separadamente este año con Egipto y con Israel.
Los países del Mercosur también firmaron acuerdos de preferencias arancelarias con India, Malasia, Marruecos y Corea del Sur, además de un protocolo para establecer diálogos de libre comercio con Australia y Nueva Zelanda.
Para completar, el bloque suscribió un acuerdo de diálogo político y coordinación con Cuba.
Pero más allá de los esfuerzos de ampliación, los mandatarios destacaron que el Mercosur también precisa avanzar más rápido en una cuestión central, la integración aduanera, que el canciller brasileño, Celso Amorim, llamó "el cemento de la unión" en el interior del bloque.
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