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viernes, 14 de mayo de 2010
sobrecargado
José Mujica aseguró que seguirá las recomendaciones médicas “al pie de la letra”. Contó que deberá salir a caminar una hora por día, por el colesterol y para estar más cansado cuando se vaya a dormir, ya que habitualmente se despierta a las dos o tres de la madrugada. También dijo que le indicaron que deberá cuidarse en las comidas y dormir una pequeña siesta.
Consultado por 180, el secretario de la Presidencia explicó que es muy difícil cortar la jornada laboral del primer mandatario para que pueda descansar. Aseguró que todos los que tienen trabajos que implican mucha responsabilidad, tienen como costumbre hacer un “break” a mitad de la jornada, para comer sano y con tranquilidad, en un ambiente donde no haya ni radio ni televisión ni teléfonos que atender y donde los temas de conversación no sean los de trabajo. Alberto Breccia recordó las palabras del ex presidente Julio María Sanguinetti: “este sigue siendo un país rural donde la gente duerme la siesta”, le dijo el ex mandatario y puso como ejemplo a Winston Churchill, que dormía la siesta aún en el medio de la guerra. “Eso está muy bueno”, opinó Breccia.
Sin embargo, puntualizó que puede llegar una delegación de un país europeo que quiere reunirse con el presidente. “¿Qué les decimos, que está durmiendo la siesta?”, se preguntó. “O dicen, ‘son cinco minutos, ni uno más, para conversar con el presidente’, y terminan siendo 16, 17 minutos”.
Breccia también recordó que sobre la Presidencia de la República recaen actividades que están planificadas de antemano pero también hay, “por esencia”, constantemente situaciones imprevistas. Además, enumeró que se encargan de todo lo que refiere a los Ministerios, Entes Autónomos, Servicios Descentralizados y la Administración Central, así como las relaciones con los grupos sociales, los gremios, los empresarios, los grupos de presión y las cuestiones que hacen referencia a las relaciones internacionales del Estado.
A pesar de todas estas actividades -y del estrés que le diagnosticaron a Mujica- Breccia comentó que “el presidente ha seguido con su ritmo normal de actividad”. “Nosotros creíamos que iba a bajar un poquito pero no, lo cual es una tranquilidad porque significa que está bien”.
Foto: ©
En su columna radial de este viernes, José Mujica aseguró que seguirá las recomendaciones médicas “al pie de la letra”. Contó que deberá salir a caminar una hora por día, por el colesterol y para estar más cansado cuando se vaya a dormir, ya que habitualmente se despierta a las dos o tres de la madrugada. También dijo que le indicaron que deberá cuidarse en las comidas y dormir una pequeña siesta.
Consultado por 180, el secretario de la Presidencia explicó que es muy difícil cortar la jornada laboral del primer mandatario para que pueda descansar. Aseguró que todos los que tienen trabajos que implican mucha responsabilidad, tienen como costumbre hacer un “break” a mitad de la jornada, para comer sano y con tranquilidad, en un ambiente donde no haya ni radio ni televisión ni teléfonos que atender y donde los temas de conversación no sean los de trabajo. Alberto Breccia recordó las palabras del ex presidente Julio María Sanguinetti: “este sigue siendo un país rural donde la gente duerme la siesta”, le dijo el ex mandatario y puso como ejemplo a Winston Churchill, que dormía la siesta aún en el medio de la guerra. “Eso está muy bueno”, opinó Breccia.
Sin embargo, puntualizó que puede llegar una delegación de un país europeo que quiere reunirse con el presidente. “¿Qué les decimos, que está durmiendo la siesta?”, se preguntó. “O dicen, ‘son cinco minutos, ni uno más, para conversar con el presidente’, y terminan siendo 16, 17 minutos”.
Breccia también recordó que sobre la Presidencia de la República recaen actividades que están planificadas de antemano pero también hay, “por esencia”, constantemente situaciones imprevistas. Además, enumeró que se encargan de todo lo que refiere a los Ministerios, Entes Autónomos, Servicios Descentralizados y la Administración Central, así como las relaciones con los grupos sociales, los gremios, los empresarios, los grupos de presión y las cuestiones que hacen referencia a las relaciones internacionales del Estado.
A pesar de todas estas actividades -y del estrés que le diagnosticaron a Mujica- Breccia comentó que “el presidente ha seguido con su ritmo normal de actividad”. “Nosotros creíamos que iba a bajar un poquito pero no, lo cual es una tranquilidad porque significa que está bien”.
Entonces, concluyó Breccia, todos los asuntos terminan pasando por Presidencia: a veces por competencia debida pero otras veces porque “a alguien se le ocurre que quizá se necesite la palabra del presidente”.
En esas condiciones, reafirmó, “es muy difícil establecer un cronograma de trabajo con un pizarrón donde se marquen horarios y haya un momento, por ejemplo, para la siesta”.
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