La Cancillería argentina sumó un comunicado más al cruce de declaraciones diplomáticas por el dragado del Canal Martín García, en el que denuncia la falta de colaboración del gobierno uruguayo para dilucidar responsabilidades en el supuesto intento de coima. "¿Quién protege a Riovía?", se titula el comunicado.El gobierno argentino pidió a Uruguay que objete la participación de la sociedad holandesa Riovia en las obras para el dragado y profundización del Canal Martín García, luego de las denuncias por intentos de coima, en un capítulo más de un cruce de declaraciones que se desarrolló todo el fin de semana.
La Cancillería argentina denunció la falta de colaboración del gobierno uruguayo para dilucidar responsabilidades en el supuesto intento de soborno.
En un comunicado titulado "¿Quién protege a Riovía?", el Ministerio de Relaciones Exteriores indic: "Faltan menos de 24 horas para la apertura de la licitación. Si se presenta la empresa Riovía la Argentina mantendrá su objeción. Solicitamos al Uruguay que adopte la misma posición".
Argentina anunció el pasado viernes que hasta tanto no se aclaren las "dudas" excluirá a Riovía del proceso licitatorio para la ampliación del dragado del Canal, cuya apertura de sobres con ofertas debe hacerse el lunes en Buenos Aires.
"En diciembre de 2010 fue el propio Uruguay quien solicitó analizar la contratación directa de la empresa Riovía para el dragado y profundización del Canal Martín García", indica la última misiva diplomática.
"Si el gobierno uruguayo desea, realmente, investigar los actos que involucran al Embajador (Francisco) Bustillo y la empresa Riovía podría empezar a preguntarse por qué a pocos días de finalizar los pliegos para el llamado a la primera licitación internacional para la profundización del Canal aparecen centenares de artículos sobre un supuesto intento de coima que de haber ocurrido lo fue dos años antes y al cual ni el embajador Bustillo ni el canciller Almagro jamás se refirieron ni enviaron a la justicia ni consideraron importante comunicarlo a las autoridades argentinas", continúa el comunicado.
Este fin de semana, el gobierno uruguayo respondió la primera carta enviada por el ministro de Relaciones Héctor Timerman, quien luego de que Uruguay rechazara la exclusión de Ríovia para las licitaciones del dragado y mantenimiento del canal Martín García instó a Uruguay a expresar públicamente por qué no quería que fuera excluida.
"El Gobierno de la República Oriental del Uruguay apoya exclusivamente la realización de procedimientos que aseguren la selección de ofertas mediante los principios de competencia, transparencia e igualdad de los oferentes conforme a derecho, ateniéndose únicamente a los componentes técnicos y económicos de las ofertas y por ello tiene a bien informar que nunca ha apoyado a empresa en particular alguna a efectos de realizar tareas en el Río de la Plata", señala el comunicado de cancillería uruguaya.
"El Gobierno de la República Oriental del Uruguay entiende que la mejor respuesta, en relación a la licitación pública internacional para la profundización del Canal Martín García y en favor de la transparencia y claridad en los procedimientos seguidos, es tomar la decisión de aprobar el pliego de obras de la licitación pública internacional. A estos efectos reivindicamos nuestros próximos encuentros a nivel de Presidentes y Cancilleres como el ámbito natural para definir el buque de diseño del canal, en tanto único punto pendiente de resolución del citado pliego, al tiempo de disponer su envío en forma inmediata a las empresas precalificadas", agregaron.
Comunicado completo de Argentina
¿Quién protege a Riovía? A menos de 24 horas de la apertura de ofertas para las obras de mantenimiento del Canal Martín García Argentina no ha logrado la colaboración de la República Oriental del Uruguay para dilucidar responsabilidades en los supuestos actos impropios denunciados por su Tribunal de Cuentas basado en documentación secreta que la Argentina no ha logrado acceder.
Argentina desea recordar que en diciembre de 2010 fue el propio Uruguay quien solicitó analizar la contratación directa de la empresa Riovía para el dragado y profundización del Canal Martín García.
Postura que reiteró en la reunión de Marzo de 2011 cuya delegación presidía el Canciller Luis Almagro y en la cual el Canciller Héctor Timerman advirtió que por precisas instrucciones de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se debía llamar a licitación internacional.
En Febrero de 2012 la delegación argentina propone concentrarnos en el llamado a licitación para ir directamente a la profundización.
Sorpresivamente, el día 16 de marzo la delegación uruguaya suspende las reuniones de marzo y abril y recién se presenta el 3 de mayo donde se le hace entrega de una versión muy avanzada de los pliegos del llamando a licitación que podrían anunciarse el día 30 de mayo.
Inmediatamente, comienza una campaña mediática en el Uruguay que se centra en el Embajador Bustillo y el supuesto intento de sobornarlo. Los días pasan, el escándalo crece y el silencio de Bustillo es más que llamativo. Para colmo, unos días después otro embajador uruguayo, Julio Baraibar declara por radio "Bustillo me contó con detalle que lo habían querido sobornar, que se había negado a aceptar la oferta y que había informado a sus superiores"
Si bien días después desmiente la veracidad de sus propias afirmaciones los medios siguen dándole crédito y hasta hablan de su "sacrificio" de desmentirse frente a la necesidad de seguir adelante con las obras del Canal Martín García.
Estas versiones son recogidas por el informe del Tribunal de Cuentas del Uruguay volviendo a instalarlas en los medios de prensa pero negándose el gobierno uruguayo a cooperar con la Argentina en las "dudas" que plantea el Tribunal y que sugiere se eleven a la Justicia.
Otro dato interesante es la opinión del Embajador Bustillo sobre la empresa que supuestamente intentó sobornarlo a la que oficialmente describe como que "hay satisfacción absoluta con la empresa desde el punto de vista técnico en cuanto al servicio de mantenimiento". Mientras que el otro representante uruguayo declara "no existieron objeciones al desempeño técnico de la empresa".
Si el gobierno uruguayo desea, realmente, investigar los actos que involucran al Embajador Bustillo y la empresa Riovía podría empezar a preguntarse porqué a pocos días de finalizar los pliegos para el llamado a la primera licitación internacional para la profundización del Canal aparecen centenares de artículos sobre un supuesto intento de coima que de haber ocurrido lo fue dos años antes y al cual ni el embajador Bustillo ni el canciller Almagro jamás se refirieron ni enviaron a la justicia ni consideraron importante comunicarlo a las autoridades argentinas.
Faltan menos de 24 horas para la apertura de la licitación. Si se presenta la empresa Riovía la Argentina mantendrá su objeción. Solicitamos al Uruguay que adopte la misma posición.
Argentina desea recordar que en diciembre de 2010 fue el propio Uruguay quien solicitó analizar la contratación directa de la empresa Riovía para el dragado y profundización del Canal Martín García.
Postura que reiteró en la reunión de Marzo de 2011 cuya delegación presidía el Canciller Luis Almagro y en la cual el Canciller Héctor Timerman advirtió que por precisas instrucciones de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se debía llamar a licitación internacional.
En Febrero de 2012 la delegación argentina propone concentrarnos en el llamado a licitación para ir directamente a la profundización.
Sorpresivamente, el día 16 de marzo la delegación uruguaya suspende las reuniones de marzo y abril y recién se presenta el 3 de mayo donde se le hace entrega de una versión muy avanzada de los pliegos del llamando a licitación que podrían anunciarse el día 30 de mayo.
Inmediatamente, comienza una campaña mediática en el Uruguay que se centra en el Embajador Bustillo y el supuesto intento de sobornarlo. Los días pasan, el escándalo crece y el silencio de Bustillo es más que llamativo. Para colmo, unos días después otro embajador uruguayo, Julio Baraibar declara por radio "Bustillo me contó con detalle que lo habían querido sobornar, que se había negado a aceptar la oferta y que había informado a sus superiores"
Si bien días después desmiente la veracidad de sus propias afirmaciones los medios siguen dándole crédito y hasta hablan de su "sacrificio" de desmentirse frente a la necesidad de seguir adelante con las obras del Canal Martín García.
Estas versiones son recogidas por el informe del Tribunal de Cuentas del Uruguay volviendo a instalarlas en los medios de prensa pero negándose el gobierno uruguayo a cooperar con la Argentina en las "dudas" que plantea el Tribunal y que sugiere se eleven a la Justicia.
Otro dato interesante es la opinión del Embajador Bustillo sobre la empresa que supuestamente intentó sobornarlo a la que oficialmente describe como que "hay satisfacción absoluta con la empresa desde el punto de vista técnico en cuanto al servicio de mantenimiento". Mientras que el otro representante uruguayo declara "no existieron objeciones al desempeño técnico de la empresa".
Si el gobierno uruguayo desea, realmente, investigar los actos que involucran al Embajador Bustillo y la empresa Riovía podría empezar a preguntarse porqué a pocos días de finalizar los pliegos para el llamado a la primera licitación internacional para la profundización del Canal aparecen centenares de artículos sobre un supuesto intento de coima que de haber ocurrido lo fue dos años antes y al cual ni el embajador Bustillo ni el canciller Almagro jamás se refirieron ni enviaron a la justicia ni consideraron importante comunicarlo a las autoridades argentinas.
Faltan menos de 24 horas para la apertura de la licitación. Si se presenta la empresa Riovía la Argentina mantendrá su objeción. Solicitamos al Uruguay que adopte la misma posición.
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