Pasó un año que fue el más duro en la historia de River Plate. Pero ya pasó. El gol de Trezeguet fue el desahogo después de un tormentoso camino que arrancó aquel domingo 26 de junio con el 1-1 ante Belgrano en el Monumental de Núñez, ese mismo que hoy volvió a llenarse para cerrar un capítulo y empezar a pensar de nuevo como grande.
El equipo de Almeyda salió a jugar a puro nervio, como si la pelota pesara una tonelada y consciente de que el único resultado posible era el triunfo. Pero desde el inicio pensó tanto en la victoria que olvidó las formas. Le costó dar cinco pases seguidos y generó poco ante un equipo visitante que se limitó a meterse atrás y asumió el papel de aguafiestas.
Sólo a los 26' llegó el millonario al arco de Almirante, en una jugada entreverada donde arremetió Trezeguet y casi convierte, pero entre el arquero Monasterio, un zaguero y el caño, evitaron el primero. Enseguida respondió el aurinegro con un cabezazo de Mesa Sánchez que obligó a Vega a realizar una buena atajada.
A esa altura de la tarde, las noticias desde Puerto Madryn no eran buenas. El uruguayo Martín Cauteruccio ponía a Quilmes 2-0 arriba en su visita a Guillermo Brown, y desde ese momento hasta el final del primer tiempo, ascendía el cervecero e iban a un desempate River e Instituto, ambos 0-0.
Pero a los cinco minutos del segundo tiempo llegó el desahogo. Almeyda puso a Ocampos y Funes Mori por Cavenahi y el venezolano César González, de flojísimo primer tiempo, y uno de los que ingresó fue responsable en la jugada a la que no le faltó polémica.
Trezeguet marcó de zurda un golazo espectacular, calzando el esférico de aire, pero con posición adelantada anterior de Funes Mori, que fue el responsable de asistir al francés en el gol. Poco le importó al goleador, que lo festejó como un hincha más ante las protestas de los aurinegros.
Estaba claro que después de hacer ese trabajoso primer gol, no lo perdía más River, que hasta jugó más tranquilo cuando llegaron noticias desde Córdoba. Ferro Carril Oeste se puso 1-0 arriba sobre Instituto, que llegaba igualado con el millonario a esta fecha, y le dejaba un margen de error a los de la banda roja, que con ese resultado hasta ascendían empatando. Rato después llegó el segundo, y empezó el festejo anticipado en el Monumental.
Almirante no tenía armas como para ir por el empate, y cuando intentó hacerlo el árbitro se devoró un enorme penal de Bella sobre Vega. Sí pitó la pena máxima del otro lado, clara sobre Martín Aguirre, y a los 39' Monasterio le contuvo el penal a Trezeguet, quien tuvo su revancha a los 43' y selló el pleito de contragolpe.
El millonario subió como campeón y segundo terminó Quilmes, de gran arremetida en el último tramo del certamen con Cauteruccio como gran protagonista, sobre todo en el 2-0 sobre Guillermo Brown. Central e Instituto esperan en la Promoción por los rivales de Primera que se definirán mañana. Los rosarinos cayeron 3-2 con Desamparados, y jugarán ante el 17º de Primera División, y los cordobeses perdieron 3-0 en su escenario con Ferro, por lo que aguardan por el 18º.
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