cometa de la farola

Defensor Sporting logró los tres puntos que le faltaban para quedarse con el Clausura, y con la misma mesura que ha venido jugando desde que asumió Gustavo Díaz lo celebró. Con una tímida y rápida vuelta olímpica (que contó con algunos jugadores mientras otros prefirieron no darla), a sabiendas que aun no se logró nada más que un pasaje a la definición del verdadero objetivo, que es el Campeonato Uruguayo, el elenco violeta se sacó de encima a un rival que mostró bastante menos de lo que se esperaba en el Franzini.

Rápido el conjunto del Parque Rodó se puso en ventaja, pero ni así obligó a salir del fondo a El Tanque Sisley. El buscapié de Britos por izquierda dio en Risso y le dejó el balón servido a Federico Pintos, quien se aprovechó de la lentitud de la zaga verdinegra y puso ya a los 10' el 1-0 que le permitió a su equipo manejar la bola con mayor tranquilidad y mucha fluidez.

Tal como ha venido siendo costumbre en lo que va del año, Defensor se adueñó del esférico y también del terreno. A su frente, un contrincante que dejó un solo punta (Darwin Ramírez) y no propuso nada en ofensiva como para hacerle daño a la defensa más sólida del Clausura. Sí, como si fuera una regla en las consagraciones de Defensor. Otra vez el violeta fue campeón teniendo la valla menos vencida, sin necesidad de contar con la delantera más goleadora.

Y si el 1-0 era tranquilizador, mucho más aun ese gol de penal de Nicolás Olivera en el arranque del segundo tiempo. Con la buena ejecución del ídolo Tuerto se bajaba la cortina de un partido al que todavía le quedaban 43 minutos de puro trámite. En medio de esa fiesta de un solo color, llegó el tercer tanto a raíz de un saque lateral pero con más mérito ofensivo que error de la defensa. Risso pivoteó notable tocando atrás para Ferreira, quien calzó el esférico de aire desde el borde del área y decretó el 3-0 a los 64'.