sábado, 11 de febrero de 2012

amor apache


Luis Suárez y Patrice Evra volvieron a verse las caras en el arranque de la 25ª fecha de la Premier League, por primera vez después de la larga novela que empezó el 15 de octubre de 2011 en Anfield Road y terminó con el delantero uruguayo suspendido por ocho partidos, luego de que el capitán del Manchester United lo denunciara por proferirle insultos racistas. Las imágenes televisivas nunca pudieron comprobar los dichos del mejor jugador de la última Copa América, pero en un duelo de palabra contra palabra, la del francés nacido en Senegal tuvo más peso para la FA.
Luego, mucho se habló de la sanción, del racismo en el fútbol y de la frecuencia con la que el salteño suele estar involucrado en hechos polémicos, sobre todo en una prensa británica que lo tiene entre ceja y ceja después de la mano que salvó a Uruguay en el partido de cuartos de final del Mundial 2010 ante Ghana. Obviamente también se polemizó en cuanto al reencuentro, ya que el delantero charrúa cumplió su suspensión y reapareció en las canchas el pasado lunes ante Tottenham Hotspur.
Contra los Spurs, el salteño fue suplente y recién ingresó a los 65’, por lo que existían dudas sobre su presencia en el equipo titular para enfrentar a Manchester United en Old Trafford. Sin embargo, no le tembló el pulso a Kenny Dalglish y lo puso desde el comienzo. El entrenador del Liverpool quiso bajarle el perfil a la novela Suárez-Evra, y en la previa dijo que el episodio se cerraría con un apretón de manos entre ambos futbolistas minutos antes de comenzar el cotejo. Sin embargo, nada de eso sucedió.
Como suele acontecer en los partidos de Premier League, los dos equipos se formaron al costado de los jueces cual si fueran a ejecutarse los himnos en un partido entre selecciones. Como es de orden, los visitantes empiezan a saludar de a uno a los locales, y el primero en la fila del Manchester United era justamente el francés, por portar el brazalete de capitán. Con todas las cámaras prontas para registrar ese momento, Suárez esquivó la mano de Evra, quien le tomó fuerte el brazo para saludarlo “de prepo”, hecho que generó la intervención del árbitro "retando" al francés.
Sin embargo, una foto publicada por Paolo Suárez, el hermano de Luis, en Twitter, altera la polémica. En la misma, se ve al uruguayo estirando la mano frente al francés, y a éste con su palma hacia abajo. "Ahí queda claro quién no quiso saludar a quién", publicó quien ahora tiene nacionalidad salvadoreña.
Luis Suárez, una vez finalizado el encuentro, hizo su habitual publicación en Twitter y Facebook de un breve comentario del partido, costumbre que ha sostenido desde que llegó al club, incluso durante el tiempo que estuvo sin jugar.
Esta vez, el salteño fue claro y enfático. "Derrota que duele mucho por el gran esfuerzo que hicimos. Decepcionado, porque no todo es lo que parece", fue la frase elegida en este caso por el jugador, que resumió su malestar por toda la situación que se generó durante el encuentro, y fundamentalmente al final del mismo, con Evra festejando delante suyo.
Aunque conociendo ahora esta imagen, puede interpretarse que "no todo es lo que parece" puede hacer referencia a la polémica situación previa al encuentro.
A raíz del episodio, el zaguero Río Ferdinand le negó el saludo al goleador de la selección uruguaya, y un clásico que ya de por sí es caliente por historia, tomó aun más temperatura en Old Trafford, el escenario que luego silbó al número 7 del Liverpool en las pocas oportunidades en que entró en contacto con la pelota.
Tras el cotejo, Evra celebró exageradamente moviendo sus brazos hacia la tribuna, y se trasladó unos cuantos metros para festejar solo casi pegado a Suárez. Por tal motivo, y entendiéndolo como una provocación, el mismo juez del partido y otros jugadores del Liverpool fueron a recriminarle al capitán de los diablos rojos.
Claro que las repercusiones del hecho no quedaron por ahí. El entrenador del United, Sir Alex Ferguson, consideró que Suárez "es una desgracia para el Liverpool. No tendría que jugar nunca más por ellos". Además, criticó su actitud, la cual "generó una atmósfera terrible y pudo haber ocasionado un motín".
En el banquillo del otro lado, Kenny Dalglish se mostró comprensivo con su jugador, a pesar de que días atrás había asegurado que éste saludaría al francés porque la situación ya se había hablado en las prácticas. El técnico dijo no haber visto el 'no saludo' entre los jugadores, y declaró a Sky Sport que la prensa ha sido muy "severa" con el delantero, quien "no es responsable de lo que pasó hoy".

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