La profesora Susana Mangana, experta en Islam, dijo a Montevideo Portal que la comunidad internacional debe preocuparse para que no haya un vació de poder "en la Libia post Muamar al Gadafi". Consideró que una muerte violenta del dictador "no se vería bien", porque parecería "que fue amparada por la OTAN".
Todo indica que el líder libio, Muamar al Gadafi, tiene las horas contadas al frente del gobierno. Las fuerzas rebeldes con el apoyo de la OTAN, controlan buena parte del país, incluyendo buena parte de la capital Trípoli.
En el gobierno desde 1969, el presente y futuro de Gadafi es muy incierto.
La profesora Susana Mangana, docente de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Católica del Uruguay, dijo a Montevideo Portal que "nos tiene que preocupar que no exista un vacío de poder en la Libia post Gadafi, como ocurrió en Irak luego de la ocupación y derrumbe del gobierno de Saddam Hussein. Tenemos que aprender de las experiencias ya vividas. Hay que tener en cuenta la fragmentación de la sociedad libia, en donde está vigente un sistema tribal, y de pequeñas comunidades locales con sus propios jefes. Esta revolución no debe derivar en un caos y una guerra civil en donde mueran mas civiles, que era quienes iban a ser protegidos por la OTAN".
"Gadafi resistió mucho. No cayó de un día para otro y fue un hueso duro de roer. Demostró capacidad de resistencia y que tenía un apoyo popular mucho mayor a lo que consideraba la OTAN y los rebeldes. Hubo un error del cálculo de la OTAN que creyó que este hombre estaba más solo de lo que estaba en realidad. Eso también nos debe hacer reflexionar. Porque sin la OTAN los rebeldes no hubiesen logrado llegar a Trípoli. Nos debe preocupar el vacío de poder y que haya un plan equilibrado para tener presentes a la gente y fuerzas de seguridad de Gadafi. Que continúen colaborando y que no sea un caos institucional. Que no sea una antesala para todo tipo de extremismo, como el radicalismo islámico. Si bien Libia no es un escenario propicio, muchos dirigentes cooperan con la Yihad islámica. Con lo cual la religión no fue un elemento decisivo en la revuelta, y no quisiera que fuese un elemento que influya a partir de ahora".
Para Mangana, "el Consejo Nacional de Transición en Libia esta compuesto por insurgentes, rebeldes, opositores y desertores al régimen. Hay diferencias entre ellos, y una vez que no esté Gadafi cada uno va a pelear por su tajada de la torta. Eso puede ser muy peligroso".
El futuro del líder libio
A fines de junio, la Corte Penal Internacional de la Haya ordenó la detención del líder libio Muamar Gadafi por crímenes contra la humanidad. También libró un pedido de captura contra su segundo hijo, Saif al Islam, y su cuñado Abdulá al Senusi, jefe de la inteligencia militar del régimen.
Consultada sobre el futuro de Gadafi y la posibilidad que sea ejecutado por los insurgentes, Susana Mangana consideró que "una muerte violenta o al estilo de ejecución sumaria, no se vería bien porque se vería que fue amparada por la intervención militar de la OTAN. Hay que respetar el derecho a la vida y que se celebre un tribunal con una acusación formal. Que se lo lleve ante la justicia".
"Más allá de las sombras, su régimen tuvo muchas luces. Libia, cuando toma el poder a través de un golpe de estado en 1969, la toma de una monarquía títere de la corona Británica y otras potencias occidentales. En cinco años sacó a Libia de la pobreza absoluta, siendo el país con mayor índice de desarrollo humano en África. Hubo muchas luces y progresos. Sobre todo a nivel educativo y de salud para los ciudadanos libios. También hay mucho interés de controlar los 46.000.000.000 de barriles de petróleo que tiene Libia sin explotar", consideró Mangana.
A juicio de la especialista en temas de Islam, "deberíamos reflexionar sobre el papel que jugó la OTAN. La pregunta es: ¿porque se interviene en Libia y sin embargo no se ayuda a los civiles en Siria? ¿Por qué Gadafi es un tirano al que hay que derrocar, y Bashar al Assad tiene que tener un poco de oxigeno y un período de gracia para ver si cambia?"
La profesora Susana Mangana es docente de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Católica del Uruguay.
Cruzada internacional
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, aseguró hoy que sólo entre el diez y el quince por ciento de Trípoli sigue en manos del líder libio, coronel Muamar al Gadafi. En una entrevista al canal por satélite Sky Tg24, Frattini agregó que "no hay espacio para mediaciones o salvoconductos" y que la única alternativa para el líder libio es "la rendición y el inicio de un proceso de la justicia internacional".
El ministro afirmó que ha sido decisivo el arresto de tres de los hijos de Gadafi y agregó que si el coronel "continúa incitando a la batalla será el único responsable de un posible baño de sangre"
"A pesar de que existe una orden de captura internacional, había algún margen para intentar una convivencia en tierra libia entre Gadafi y un nuevo Gobierno democrático, pero ahora los eventos han reducido cualquier tipo de mediación", agregó.
Para el jefe de la diplomacia italiana, "la única solución que tiene es rendirse e indicar dos personas que no se hayan manchado de delitos de sangre".
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