garganta con arena

No tienen agua para beber. Algunos desde hace 40 días. Se les secaron pozos y cañadas. Son 100 productores de Cerro Largo, San José, Artigas, Canelones, Treinta y Tres, Cerro Largo y Tacuarembó. Las últimas lluvias no cambiaron nada.

"No tengo otra alternativa que esperar a que llueva en serio. Cobro una jubilación de $ 4.000 y esa plata no me da para ahondar el pozo que en verano se seca, ni para comprar el motor ni los caños para traer agua de otro lado. Por eso me traen sachets de agua" desde Melo, dijo a El País el jubilado Ramón Fernández, quien reside en el paraje Rincón del Rey de Cerro Largo.

Fernández es una de las 8.000 personas que viven en el "Uruguay profundo" que no cuenta con agua para beber, según el Sistema Nacional de Emergencia. Para conseguirla dependen de pozos semisurgentes, aljibes o tanques.


La cobertura de agua potable brindada por OSE alcanza el 97% del territorio nacional.

Servando Mariezcurrena es productor de un campo situado en el "medio" del departamento de Florida. Allí el agua para beber se terminó hace días. El viernes 7, bajo un sol abrasador y una temperatura que rondaba los 40 grados, Mariezcurrena dijo que tampoco puede afrontar los costos de una perforación. "En la seca anterior perdí 48 animales. Hacer un pozo cuesta el dinero que no tengo; solo espero que llueva", señaló.

En las zonas floridenses de Molles de Timote, Colonia Francia, Las Chilcas y Capilla del Sauce hay problemas de consumo de agua por la sequía.

Desde el Centro de Coordinación Departamental (Cecoed) se informó que hay entre cuatro y cinco pedidos diarios de productores floridenses por limpieza de tajamares o entrega de agua potable.

"La gente no lo dice, pero acá llegan desesperados. Piden agua y la comuna de Florida la asiste en un esfuerzo conjunto con el Batallón de Ingenieros y OSE, llevando tanques de 2.600 litros", dijo el funcionario de Cecoed, Cono Arrúa.

Las autoridades municipales estiman que hay más de 30 familias afectadas y la cifra podría aumentar si no hay lluvias.

En San José, la seca pegó fuerte a productores que integran un "bolsón" situado en los aledaños de los caminos Guaycurú y Del Cerro. La Intendencia maragata asiste a productores que residen en los parajes Sauce, Coronilla y Fajina.

La familia Gandini vive en un rancho de adobe en paraje Sauce. A unos metros de la casa, se encuentra el brocal de piedra del aljibe. El pozo tiene 12 metros de profundidad.

Abel Gandini y su esposa Francisca González se alternaban con el balde. En ninguna oportunidad sacaron más de medio litro de agua barrosa. "Hace 40 días que no tenemos agua. La del aljibe no se puede tomar. Estamos esperando que el Ejército nos traiga agua. Por ahora consumimos lo que nos da un vecino", explicó Gandini.

El viernes 7, el sol no daba clemencia en el interior de San José. Y el viento evaporaba la poca agua que quedaba en los pozos y cañadas. Lo curioso es que a unos 30 kilómetros de allí, en los aledaños de Villa Rodríguez, nadie habla de seca.

La comerciante maragata Mariela García vive en la zona conocida como Paso del Rey. El viernes pasado recibió miles de litros de un camión de OSE. "Hace 15 días que me quedé sin agua. Tampoco tengo comida ni agua para los animales porque la seca mató una plantación de sorgo", dijo García.

Alberto Lima, quien se dedica a realizar perforaciones de pozos semisurgentes en Cerro Largo, no da abasto.

Enseguida agregó: "la demanda es cada vez mayor año a año. Siempre hemos trabajado puntualmente, pero ahora estamos con un atraso de por lo menos dos pozos".