domingo, 24 de octubre de 2010

bajada de rango


El ministro Rosadilla se enfrentó a más de 200 retirados y familiares de militares, que denuncian una crisis en el Hospital Militar. Lo insultaron, le gritaron "tupa mentiroso" y "asesino". Rosadilla dio media vuelta y regresó a la sede ministerial.

Con mate en mano, el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, aguardaba ayer a la hora 13 frente a la sede de la cartera al grupo que venía marchando desde el Hospital Militar, en una actividad inédita de la Unión Nacional de Integrantes Retirados de las Fuerzas Armadas (Unir-FFAA), que reclama por una situación "acuciante".

Rosadilla concurrió especialmente al edificio del Ministerio de Defensa a esperar a los manifestantes, pero no sabía que el ambiente venía caldeado y que la movilización incluyó enfrentamientos (y hasta golpes de puño) entre participantes de la protesta y conductores de automóviles que pretendían cruzar la avenida 8 de Octubre.La Unir-FFAA denuncia que el Hospital Militar está "en situación de emergencia" y que, si no hay una medida urgente, "160.000 usuarios quedarán sin cobertura médica en meses", dijo a El País su presidente Jorge Puente. El grupo pide más presupuesto, medidas para frenar la "fuga" de médicos (dicen que hay 400 profesionales menos) y rechaza la inclusión del hospital en el Fonasa.

"¡Somos uruguayos, no se olvide! ¡Somos sangre charrúa!", le gritaban al ministro varios manifestantes que llegaban cantando "¡Viva la patria y las Fuerzas Armadas!". Palmas, petardos y hasta caceroleo incluyó una movilización cuyo promedio de edad superaba con creces los 50 años de edad.

"¡Liberar a los militares presos" y "mentiroso", fueron otros gritos que se escucharon mientras se acercaban al ministro las autoridades de Unir-FFAA, que pidieron calma al grupo. "Ustedes saben que todas las organizaciones de retirados que piden audiencia han sido recibidas y las hemos visitado", dijo el ministro a los representantes del colectivo. "Me hubiera gustado que me avisaran que venían. Estoy acá porque me enteré por la prensa", siguió Rosadilla.

"¡Usted como ministro debe estar a la orden los 365 días del año!", le gritaron desde atrás, generando un gran aplauso. "Y estoy, estoy, estoy", respondió molesto Rosadilla, que recibió arriba de la cabeza una lluvia de papelitos donde se pedía que "no se burlen del pueblo" por la ley de Caducidad.

El coronel retirado Jorge Puente, presidente del grupo, le entregó una carta donde se denuncia "la más absoluta desesperación y decepción por el paulatino y sistemático deterioro que ha ido sufriendo la Sanidad Militar, pilar fundamental de la salud castrense".

Rosadilla y Puente arreglaban un futuro encuentro cuando vino otro grito: "¡Respete los plebiscitos!". Con voz firme, Puente respondió a sus compañeros: "Hablamos de la sanidad militar. Después veremos lo otro. ¿Ta?". Mientras seguían los gritos, Puente le dijo a Rosadilla que Sanidad Militar "está en escombros" y que la situación será peor si no se resuelve el tema en el Presupuesto.

EXPERIMENTO. "No tenemos experiencia en estas actividades", admitió Puente, en referencia a la primera manifestación del grupo. Rosadilla sonrió y le dijo que "no salió tan mal".

El ministro intentaba explicar que el gobierno busca soluciones para el hospital cuando volvió a ser interrumpido por gritos: "¡No se escucha, menos promesas!". Rosadilla se cansó y dio por terminada la charla: "Así no se puede seguir. Los llamo y ustedes vienen sin la situación ésta". Dio la vuelta y vino una catarata de insultos: "Tupa mentiroso", "asesino", "revanchista". Fuera de sí, una muchacha le gritó "hijo de puta" y acotó: "¿Por qué no hablaban cuando los atendíamos en el Hospital Militar?". Un grupo de señoras cantó el himno nacional y otros el cántico futbolero "volveremos, volveremos, volveremos otra vez".

Al inicio de la marcha, Puente saludó a los "camaradas", dijo a viva voz que hay "desidia" del gobierno, al que "le imponen doctrinas internacionales". Participaron de la movilización el ex diputado colorado Daniel García Pintos y el general (r) Iván Paulós, que indicó a El País que "el gobierno marxista quiere destruir las Fuerzas Armadas".

1 comentario:

  1. SOLDADOS URUGUAYOS COMO HOMBRE DE ARMAS DEL EJERCITO DEL PERÚ ME SOLIDARIZO CON SU LUCHA Y SOLO UNIDOS HAREMOS FRENTE A ESTA OLA MARXISTA LATINOAMERICANA QUE PRETENDER SILENCIAR A QUIENES GANARON LA GUERRA.
    UN SALUDO Y ABRAZO SOLIDARIO

    ResponderEliminar