sábado, 12 de junio de 2010

GATILLO LETAL


Un estudiante de 1º año, de tan solo 13 años, ingresó el lunes como todos los días al liceo Nº 13 del barrio Maroñas. Pero ese día fue diferente. Sacó un arma que llevaba en su mochila para impresionar a un compañero de clase. El arma estaba cargada y “alardeó” con otro chico mostrándosela, aunque sin actitud amenazante.

El otro menor se asustó y le comunció el caso a un funcioinarios policial quién procedió a detener al otro jovencito y lo condujo a la Seccional 16 para esclarecer los hechos.

Durante el interrogatorio declaró que iba caminando hacia el liceo y encontró detrás de un árbol una bolsa de nylon que contenía el revólver. Entonces pensó: “Si lo llevo a casa no les va a gustar a mis padres y lo llevé al liceo”. La madre se presentó en la seccional y también le tomaron declaraciones. El menor fue dejado en libertad y entregado a sus progenitores.

Desde la propia Seccional 16ª se dijo a Ultimas Noticias que “la zona es muy insegura” y que es habitual la ocurrencia de delitos menores como rapiñas, arrebatos e incluso el robo a los estudiantes y docentes a la salida de los distintos centros educativos del área.

Si bien no resultó ninguna persona herida el hecho impactó a todos los alumnos. Una docente del centro agregó a Ultimas Noticias que “el entorno del barrio repercute en el liceo”. Es una preocupación la presencia de “menores ajenos al centro que no trabajan ni estudian y merodean el lugar”. Incluso dijo que “muchos alumnos tienen miedo”.

En tanto, otra profesora añadió que este tipo de episodios “pone en alerta a todos los adultos y deja en evidencia que no hay forma de detectar armas y este tipo de episodios no se pueden controlar y podría haber terminado en algo grave”.

Desde la Dirección liceal el asunto se manejó con mucho hermetismo, lo que causó aún más preocupación docente. Hoy los profesores se reunirán en asamblea y evaluarán los pasos a seguir para evitar este tipo de situaciones y conocer al detalle lo que sucedió. Al dicho centro asisten unos 600 alumnos por turno, tanto en el matutino como vespertino, pero este hecho ya tuvo su antecedente con destino fatal en el caso de Fiorella Buseta (ver recuadro).

Esta realidad, según manifestaron otros docentes de la misma zona, pero de otros liceos como el 57 y 65, “se repite en otros centros de Ciclo Básicos donde los chicos de corta edad quedan más indefensos”. Este tipo de hechos fue motivo de reunión entre los jefes de las seccionales y el Ministerio del Interior hace un mes, donde se efectuaron intercambios de teléfonos y se comprometió mayor patrullaje en las inmediaciones a los centros educativos en los horarios de ingreso y salida.

HISTÓRICO ANTECEDENTE

El 12 de abril de 2004 Fiorella Buzeta fue baleada accidentalmente por un compañero de clase en uno de los salones del liceo 13 de Maroñas. La noticia sacudió a la opinión pública y acaparó la atención de los medios de comunicación.

Como consecuencia del balazo que recibió accidentalmente de un compañero de clase, Fiorella pasó a depender para desplazarse de una silla de ruedas porque carece de sensibilidad en sus piernas y tiene una afección en el control de los esfínteres. En el resto de su cuerpo tiene una movilidad perfecta e incluso, ayudada por unas prótesis puede pararse.

No obstante, Fiorella siguió adelante con el apoyo de su familia y ajenos.

En 2007 algunos alumnos del mismo centro educativo denunciaron ser víctimas de robos y violencia al salir del liceo. En tanto, en agosto de 2007 dos estudiantes del liceo N° 30, del Buceo, resultaron heridos tras participar de una pelea colectiva entre “bandas” del barrio a las afueras de la institución. Uno de los estudiantes sufrió traumatismo de cráneo y el otro una fisura en una costilla.

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